Detenido por abusar de una amiga a la que invitó a cenar a su casa
La joven de 22 años se encerró en el baño desde donde llamó a la Policía de Zaragoza El hombre, de 23 años, quedó libre después de que ella no interpusiera denuncia
Parapetada en el baño por miedo a ser agredida sexualmente por un amigo. De esta forma llamó una joven zaragozana de 22 años a la Policía Local a la que pidió ayuda urgente. El sospechoso acabó siendo arrestado y ella no sufrió violación alguna.
Los hechos ocurrieron sobre las 01.30 horas en una vivienda en la avenida Compromiso de Caspe. La mujer relató que estaba en un piso, donde había quedado con un amigo a cenar y que este intentó besarla y que le hizo unos tocamientos. Ante esa situación no deseada por ella, la mujer se fue corriendo al baño donde se encerró. Según fuentes consultadas por este diario, en un momento dado, el arrestado la cogió del brazo para intimidarla, la empujó hacia el sofá para intentar sobrepasarse aún más de lo que lo había hecho antes. La besó y realizó tocamientos, así que ella, como pudo, se lo quitó de encima y se fue corriendo al baño donde echó el pestillo.
Por suerte, ella llevaba consigo el teléfono móvil, así que no dudó en pedir ayuda. Inmediatamente se trasladaron hasta el domicilio varias patrullas de la Policía de Zaragoza que asistieron a la mujer y procedieron a la detención del sospechoso, J. P. T. L., de 23 años y de origen español, como presunto autor de un delito de agresión sexual. Fue puesto a disposición de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que, tras analizar los hechos y tomar declaración a las partes, consideró que no había habido violencia y, por tanto, rebajó el asunto a un delito de abusos sexuales.
La propia Policía Nacional acordó también la puesta en libertad del arrestado, sin antecedentes penales, después de que la mujer declinara interponer denuncia, a pesar de que inicialmente aseguró que sí lo iba hacer.
Esto responde a que los delitos sexuales (acoso, agresiones y abusos) son considerados semipúblicos, es decir, que son perseguibles por la autoridad judicial previa denuncia de la persona agraviada o de su representante legal.
Quien sí denunció fue la trabajadora de un centro para menores extranjeros no acompañados de Utebo que fue, supuestamente, agredida sexualmente por unos compañeros de trabajo. Fueron detenidos dos jóvenes, de 19 y 20 años.
El ataque machista se habría producido en la madrugada del pasado 7 de octubre tras una cena en un establecimiento hostelero. Después de cenar, sobre la 01.00 horas de la madrugada, el grupo abandonó el restaurante en un vehículo conducido por el detenido y dejaron a la compañera de la víctima en su domicilio, quedando sola la presunta víctima. Paró en Zaragoza a recoger a un compañero de trabajo, que se sentó en el asiento trasero del vehículo, tras el asiento del copiloto, y empezó a pellizcar en el cuello a la víctima al reanudar el viaje, mientras el conductor introducía sus dedos en los órganos sexuales de la mujer.