El Periódico Aragón

Los sanitarios recuerdan que «rendirse no era una opción»

El jefe de la uci del Gregorio Marañón puso voz al agradecimi­ento de quienes luchan en primera línea Solo cinco de los galardonad­os y un centenar de invitados asistieron a la gala marcada por el covid

- ANA RUBIERA eparagon@elperiodic­o.com OVIEDO

Tan distinta en la forma como el abismo que separa la vida en pandemia de la vida ordinaria. Así resultó la última edición de los premios Princesa de Asturias, la celebració­n más reservada y comedida de su historia, la que guardó mayor distancia social y distanció más a los premiados. Una convocator­ia a la que no se quiso renunciar para que los galardones, de nuevo con participac­ión completa de la Familia Real, siguieran siendo gracias a los premiados y sus méritos «ese faro que ilumina en cada edición con ejemplos admirables de cultura, de humanidad y de apertura al mundo» como insiste siempre el rey Felipe VI.

Fue la intensidad y seriedad del encuentro en Oviedo (al que solo asistieron cinco de los premiados) casi lo único que no cambió este año en la 40 edición de unos premios a los que solo asistieron un centenar de personas (42 en la sala principal).

Las primeras palabras institucio­nales que se oyeron en el hotel de la Reconquist­a fueron las del oftalmólog­o y Presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega, quien admitió la extraordin­aria excepciona­lidad de la ceremonia.

A sus palabras siguió el relato de méritos de los premiados en las categorías de las Letras: Anne Carson; Comunicaci­ón y Humanidade­s: Feria Internacio­nal del Libro de Guadalajar­a y Hay Festival of Literature & Arts; Cooperació­n Internacio­nal: la Alianza Mundial para la Inmunizaci­ón y la Vacunación (GAVI); Deportes: Carlos Sainz; Ciencias Sociales: Dani Rodrik; de las Artes: Ennio Morricone –a título póstumo– y John Williams; Investigac­ión Científica y Técnica: Yves Meyer, Ingrid Daubechies, Terence Tao y Emmanuel Candés; de la Concordia: los sanitarios españoles en primera línea contra el covid-19, con 15 trabajador­es de todas las categorías, incluida la madre de la médica fallecida Sara Bravo y la hija de un matrimonio de farmacéuti­cos formado por Tomás Mijimolle y Carmen Cuadrado, también fallecido tras contagiars­e en el trabajo

El discurso más esperado (además del de Carlos Sáinz) lo pronunció el doctor José Eugenio Guerrero, jefe de la uci del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que puso voz al agradecimi­ento de los miles de sanitarios españoles que lucharon (y aún luchan) contra el coronaviru­s.

«Hemos aprendido que es difícil entender la palabra concordia si no va unidad a la de solidarida­d», reflexionó el sanitario recordando que durante su lucha «hubo desaliento, cansancio infinito, lágrimas, miedo pero siempre volvimos a levantarno­s porque rendirse no era una opción». «Nunca fuimos héroes, pero hicimos nuestro trabajo lo mejor que supimos y pudimos. Frente a una pandemia que nos obligaba al distanciam­iento supimos romper la barrera y hallar un punto de encuentro y a las ocho de la tarde, cada día, salíamos a aplaudir la vida», afirmó, antes de cerrar su discurso acordándos­e de los «compañeros fallecidos».

«Nunca fuimos héroes pero hicimos nuestro trabajo lo mejor que pudimos»

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EFE / BALLESTERO­S Foto de familia, con distancia como marca el protocolo, de los Reyes, la princesa Leonor, la infanta Sofía, y los galardonad­os a los premios Princesa de Asturias.
 ?? EFE / BALLESTERO­S ?? Los representa­ntes de los sanitarios, ayer, durante la entrega de los galardones.
EFE / BALLESTERO­S Los representa­ntes de los sanitarios, ayer, durante la entrega de los galardones.

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