«El hotel está lleno, pero de periodistas»
Conseguir una habitación en el hotel Guadalope los días de Gran Premio en Alcañiz es misión imposible. De hecho, siempre acoge a los mismos aficionados, que reservan su estancia con un año de antelación para asegurarse la cama. Son fijos, pero este año no ha venido ninguno. Pero el hotel, con todo, está lleno, aunque no de moteros ni fieles a las carreras. «Estamos al cien por cien pero merced a los medios de comunicación, que ocupan todas esas habitaciones que este año no han sido ocupadas por los aficionados que vienen cada año», admite Inmaculada Crespo desde la recepción.
Otra cosa, eso sí, es el restaurante y la cafetería, donde apenas hay actividad más allá de la de «un fin de semana normal. No hay reservas de ningún tipo. Ahora tendríamos que estar dando almuerzos y aperitivos sin parar y ya ve», lamenta.
Al menos, ese cambio en el perfil del huésped ha supuesto cierto alivio para un establecimiento cuya afluencia en el restaurante respecto a la de un fin de semana normal de carreras se ha reducido «alrededor de un 80%» y que se resigna a correr la misma suerte tanto el próximo fin de semana como a largo plazo. «Es que creo que el año que viene será más de lo mismo porque se están suspendiendo ya muchas celebraciones y eventos como carnavales, así que ojalá me equivoque pero estoy convencida de que seguiremos igual. Tengo pocas esperanzas», reconoce Inmaculada.
La pérdida económica, pues, será considerable, aunque desde el hotel se aboga por no hacer cuentas. «Lo vamos a acusar muchísimo, como todos. Pero es mejor no calcular cuánto podemos perder por todo esto y trabajar lo que podamos. No nos queda más remedio», dice.