«No viene nadie. La repercusión es cero»
Es la hora del vermú, pero en el bar El Mercado apenas hay un par de clientes en su interior y otros dos en la terraza tirando de pitillo y de periódico. No había muchos más el viernes por la noche, cuando el virus y el frío se aliaron para provocar que la afluencia al céntrico establecimiento regentado por José Luis Jubierre fuera la de «un día normal o malo de cualquier semana». En realidad, nada que no entrara de lleno en las previsiones de uno de los escenarios más concurridos en las noches de Gran Premio cuando la nueva normalidad no existía. El ocio nocturno acusa el gran golpe.
«La repercusión del Gran Premio es cero. No viene nadie o muy pocos. Alguno suelto y poco más. Los del pueblo y punto», asegura José Luis, que tampoco confía en que la semana que viene sea mejor. «Pasará más o menos lo mismo. Quizá el sábado haya más gente, pero serán principalmente personas del pueblo que saldrán de casa a dar un paseo y tomarse algo. No esperamos gran cosa desde el circuito. Lo teníamos asumido», insiste.
Nada que ver con aquellas largas noches de septiembre en las que Alcañiz era un hervidero de motos y jolgorio. Las imposiciones de la alarma sanitaria han cerrado la puerta al público de Motorland y restringen aforos y comportamientos en los establecimientos de restauración, así que al sector «se nos junta todo». Por eso, el Gran Premio, al contrario de lo que es habitual, pasa casi desapercibido. «Hay Mundial durante dos fines de semana, pero nadie lo diría en lo que a nosotros se refiere. La afluencia el viernes por la noche pudo ser 20 veces menor que el año pasado. Prefiero no hacer cálculos en cuanto a pérdidas porque no vale la pena. Hay que seguir».