A la luz las malas relaciones que había entre las autoridades de la ciudad y la Inquisición
al suelo y agredida por varios estudiantes, que bebían y comían en La Granja, una explotación del Colegio de Santiago en la que estaban de fiesta.
A pesar de que en su relato Juana destaca que Raimundo Ribas logró «quitarle la virginidad», unos testigos contaron que la joven fue agredida sexualmente, «con muy gran furia y cólera», por un grupo mayor de estudiantes, entre ellos los tres huidos.
El historiador destaca que los cinco jóvenes hechos presos en el Colegio de Santiago, que fue asaltado por las autoridades municipales ante la negativa de sus responsables a franquearles el paso, fueron encarcelados, aunque se
Garcés resalta en su artículo la preocupación existente en aquellos años por la reiteración de graves delitos por parte de jóvenes que estudiaban en Huesca, y los conflictos existentes de continuo entre el concejo de la ciudad, el Colegio de Santiago y la Inquisición. El motivo de estas diferencias, señala el historiador, era la exención jurisdiccional de la que disfrutaban los estudiantes, sólo dependientes de la Inquisición, que optó, tras el asalto del citado centro educativo, por la defensa de los colegiales.
Y así, tras la fuga de los principales responsables de la agresión, el apresamiento sin noticias de juicio de otros cinco y el tratamiento como intocable del último por disfrutar de «beneficios eclesiásticos», la violación de Juana Lalana quedó impune, resalta el historiador. la experiencia de realidad virtual y aumentada.
Tras una primera parada en Altorricón, el 3 de octubre, que causó un impacto muy positivo, la experiencia viajará por otros municipios aragoneses hasta final de año, entre los que se incluyen: Borja, Sabiñánigo, Calatayud, Mas de las Matas, Alcañiz y Fuentes de Ebro.
El gerente del IAJ, Adrián Gimeno, manifestó que «se quiere potenciar acciones positivas que sirvan para erradicar la violencia de género desde edades tempranas». Por ello, «planteamos una serie de proyectos innovadores a través del ocio educativo, como esta experiencia de realidad virtual, para que los jóvenes puedan detectar en primera persona las señales del maltrato e identificar las actitudes que debemos eliminar de nuestra vida diaria», detalló.
La experiencia se vive con las gafas de realidad virtual y una serie de vídeos grabados en 360 grados, en los que se permite situar al participante en la piel de una mujer que sufre acoso o siente miedo en situaciones cotidianas.
El caso sacó