Los jóvenes del Giro siguen con la revolución
Ganna se lleva la crono y Almeida mantiene el rosa
Habrá que estar muy pendiente en la Vuelta que empieza el martes de los jóvenes veinteañeros que se presentan a la carrera. Porque si un Tadej Pogacar, de 22, ganó el Tour, otro de su misma edad, Joâo Almeida, sigue sin encontrar barreras y continúa liderando la ronda italiana, donde un chaval llamado Filippo Ganna se convirtió ayer en el Tirano de Treviso, mientras todo el mundo lo camparaba a Induráin, en el día que un joven estadounidense de 22 años, Brandon McNutty, se coló en la general.
Ellos son los que suben por cuestas durísimas como el Muro del Poggio sin acomplejarse en la contrarreloj y metiendo tiempo al resto de adversarios. Ellos, hace menos de una década, serían protagonistas secundarios de un Giro, al que habrían venido, con la excusa de aprender, a recoger los bidones del coche para los jefes, los de toda la vida, los Vincenzo Nibali, los Domenico Pozzovivo y hasta un Wilco Kelderman, neerlandés de 29 años, que parece tan mayor ante ellos, pero con las fuerzas intactas. Y es que ni ha cumplido la treintena, para ser ante la subida de hoy a Piancavallo la amenaza de la juventud.
Pero también era favorito Roglic y cómo se lo comió Pogacar en la crono final del Tour. Y aquí la prensa italiana solo seguía pendiente del inexistente duelo entre un Nibali que no acaba de despertar y un Fuglsang que realizó una contrarreloj espantosa. Y los jóvenes están allí. Por arriba, Almeida, sin querer no solo ceder la ‘maglia’ rosa sino, segundo a segundo, ir incrementando su ventaja. Dice que igual cede en Piencavallo o en la montaña nada clara por la nieve de la tercera semana.
Ganna no está en el Giro, en el que las 512 PCR fueron negativas, para ganarlo. «Vine para ayudar a mi capitán (Thomas). De repente, cambió la situación con su retirada y la fortuna me sonríe», dijo a sus 24 años tras ganar la crono. Además, McNutty amenaza la tercera plaza de un Pello Bilbao que resistió ante los chavales.