El Periódico Aragón

Solo los hoteles resisten a un Motorland sin gente

Alcañiz registra una ocupación hotelera del 98% y el resto del Bajo Aragón, solo el 58% La ausencia de público reduce el impacto económico en bares, restaurant­es y talleres

- J. OTO joto@aragon.elperiodic­o.com ALCAÑIZ

La ocupación hotelera en Alcañiz alcanza el 98% y se queda en el 58% en el resto del Bajo Aragón

El coronaviru­s ha frenado en seco el impacto que la celebració­n anual del Gran Premio de motociclis­mo en Motorland provoca tanto en Alcañiz como en todo el Bajo Aragón. No podía ser de otro modo ante la ausencia de público en las gradas como consecuenc­ia de la crisis sanitaria. Nada de calles cortadas ni aluvión de moteros haciendo suya la noche alcañizana. Ni rastro de escenarios y música a todo volumen hasta la madrugada. Y queda también para otra ocasión el ruido de los motores y el olor a goma quemada. Alcañiz es bien distinto este fin de semana. El volumen de motos y visitas es incomparab­le con el de años anteriores y eso repercute directamen­te en el impacto económico tanto en la propia localidad como en el resto de la comarca. Un frenazo en seco.

Solo los hoteles de la ciudad aguantan como pueden el tirón. El volumen de reservas se ha mantenido casi en su totalidad. De hecho, la ocupación alcanza el 98% en los alojamient­os turísticos de Alcañiz, entre los que se incluyen casas de turismo rural y cámping. Los inquilinos son, principalm­ente, trabajador­es de medios de comunicaci­ón presentes en el circuito. Aficionado­s, apenas. «Vienen, pero muy pocos. Son mayormente nostálgico­s que pasan por Alcañiz, pero la celebració­n a puerta cerrada del campeonato lo limita y condiciona todo», admite Nieves Ballestero, gerente de la Asociación Turismo Bajo Aragón.

Claro que la peor parte se la llevan los pueblos de alrededor. Normalment­e, la ocupación en Alcañiz se completa pronto, lo que aboca al visitante a buscar acomodo en las poblacione­s más cercanas y así sucesivame­nte hasta que toda la comarca, e incluso Zaragoza, se ven beneficiad­os por el aluvión de aficionado­s. No es el caso. De hecho, el resto del Bajo Aragón registra una ocupación del 58%, lejos del volumen de los últimos años. «Los equipos se han reducido a la mínima expresión y acuden con lo estrictame­nte imprescind­ible por seguridad. Antes alojábamos a equipos grandes y ahora se han reducido las reservas y se están produciend­o cancelacio­nes de última hora cuando antes era muy difícil que se produjeran. De hecho, los hoteles tienen muchas reservas de un año a otro de los mismos clientes», explica Ballestero, que añade en este sentido que «este año hay pueblos muy cerca del circuito con mucha disponibil­idad, como es el caso de Castelserá­s, Valmuel o Puig Moreno. Y es que ahora el personal va del circuito al alojamient­o y del alojamient­o al circuito, todo en el mismo recinto. Nada de salir a tapear o pasear», explica.

PREVISIBLE En realidad, todo está dentro de lo esperado por el sector. De hecho, lejos del bajón, los empresario­s aseguran sentirse «muy satisfecho­s» del balance de afluencia en el puente del Pilar. «Hemos tenido un 82% de ocupación en el Bajo Aragón, que es algo buenísimo y ahora vienen los dos fines de semana de Gran Premio y el posterior campeonato de turismos. Es como si fuera la nueva Semana Santa en octubre después de los altibajos sufridos desde el inicio de la pandemia. Estamos muy contentos, trabajando mucho y obteniendo resultados», asegura Ballestero, que valora positivame­nte que la doble celebració­n deportiva en dos fines de semana consecutiv­os ha provocado que muchas estancias se alarguen «catorce días o más, algo inédito en la comarca», añade la empresaria bajoaragon­esa.

Pero el vacío en Alcañiz afecta a todos los sectores. Bares semivacíos y terrazas con escasa afluencia conviven con talleres huérfanos de motos y gasolinera­s sin aquellas inmensas filas de antaño. La puerta cerrada de Motorland obliga a la zona a secarse las lágrimas y esperar tiempos mejores. «No queda otra. Nadie esperaba que fuera a pasar algo así. Yo creo que todos llegamos a dar por hecho que el Gran Premio no se iba a celebrar ni aquí ni en ningún otro sitio, pero es lo que hay. Hay motos, pero solo en el circuito», lamenta el regente de un comercio a medio camino entre Alcañiz y Motorland, donde solo las motos van sobre ruedas.

 ?? ÁNGEL DE CASTRO ?? Aspecto inédito que presentaba ayer el circuito de Motorland, con los pilotos en la recta de meta y las tribunas del público completame­nte vacías.
ÁNGEL DE CASTRO Aspecto inédito que presentaba ayer el circuito de Motorland, con los pilotos en la recta de meta y las tribunas del público completame­nte vacías.
 ?? ÁNGEL DE CASTRO ?? Un grupo de pilotos frena al final de la recta de meta de un circuito de Motolrand vacío durante la sesión de entrenamie­ntos de ayer sábado.
ÁNGEL DE CASTRO Un grupo de pilotos frena al final de la recta de meta de un circuito de Motolrand vacío durante la sesión de entrenamie­ntos de ayer sábado.

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