Un ‘Somos’ virtual despide los Pilares menos festivos
La Ofrenda de flores ‘online’ acumula 146.000 usuarios y supera las previsiones
Como manda la tradición en Zaragoza, aunque adaptándose a los tiempos de pandemia, las fiestas (este año no fiestas) del Pilar se despidieron ayer con el Somos de José Antonio Labordeta. Fue a las 22.00 horas y al emotivo canto le siguieron los tradicionales fuegos artificiales. Y aunque resultó igual de conmovedor que en años anteriores, más si cabe después de no haber podido disfrutar de los Pilares, ninguna de las dos cosas sucedió de verdad. O por lo menos en la realidad física.
La despedida este año se produjo en el espacio virtual que se habilitó en la página web de la Ofrenda de flores. Con la Virgen del Pilar engalanada con ramos en tres dimensiones y mirando al escenario de la fuente de Goya, también virtual, el portal emitió el vídeo del Somos de cuando el coronavirus no había llegado. E igual ocurrió con los fuegos artificiales. El mismo juego de luces y sonido que cerró los festejos en el 2019 ha servido para cerrar estas no fiestas.
Y es que en el 2020 internet está supliendo los espacios que antes ocupaban las muchedumbres en la calle. Y con bastante éxito. La mencionada Ofrenda virtual organizada por el servicio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza ha batido todos los récords previstos. Hasta el sábado (falta conocer los datos definitivos) se habían realizado más de 146.000 ofrendas telemáticas, lo que supone unos dos millones de flores virtuales.
En el mundo real, por su parte, los floristas se muestran medianamente satisfechos con el devenir de estos últimos días, aunque más por la empatía de los zaragozanos que por las cifras reales de ventas, mucho menores que en años pasados. «La gente venía y me compraba flores para casa aunque no hubiera Ofrenda y así ayudarme, me decían», explica Cristina Villacampa, que tiene su puesto de flores frente al cementerio de Torrero. El presidente de la Asociación de Empresarios Floristas, Rubén Cebollero, apostilla que ha sido «una campaña muy extraña». No obstante, admite que la iniciativa promovida por el consistorio para engalanar los balcones con ramos les ayudó a salvar, en parte, los muebles en este puente del Pilar.
Entre los peñistas, que normalmente suelen llevar mal el último día de fiestas, se vivió la jornada de ayer con mucha resignación. «Han sido días muy tristes y muy difíciles, pero estamos contentos porque los peñistas han actuado con responsabilidad», asumía ayer Eva Cerdán, presidenta de la Federación Interpeñas. La organización emitió desde su canal de YouTube los fuegos artificiales del pasado año y, ahora, ya miran hacia adelante. «Carnaval no habrá, pero esperemos que para San Jorge podamos empezar a hacer algo». En la Unión Peñista, Jorge Gracia, lo tenía menos claro: «La primera celebración en la que pensamos es cuando todo esto acabe. De momento no podemos celebrar para que en el futuro estemos todos». Él pertenece a la peña Los Marinos, que guarda la tradición de ir después de los fuegos con una charanga a despedirse de la Virgen. «Este año nada, claro», lamenta.
Solo queda esperar a que la pandemia remita. Mientras, que Labordeta sirva de inspiración ante la resignación: «Vamos a hacer con el futuro un canto a la esperanza y poder encontrar tiempos, cubiertos con las manos, los rostros y los labios que sueñan libertad».