Abandonados a nuestra suerte
Nuestros políticos no aprenden y lo digo tanto por el Gobierno, por supuesto mucho más responsable, y por la oposición.
Seguimos con los espectáculos lamentables en el Congreso, con enfrentamientos agrios que sin duda se extrapolan a la sociedad, cuando su única e imprescindible misión sería buscar soluciones a esta especie de caos que nos consume. No me cansaré de denunciar, lo mal que lo hacen nuestros políticos hasta que no sean capaces de revertir esta situación, en la que todos los organismos internaciones se ponen de acuerdo para señalarnos como uno de los perores países en afrontar la actual crisis. La debacle institucional, económica, social y sanitaria desde luego no va a solucionarse con insultos, reproches, y el y tú más tan recurrente cuando ya no hay argumentos.
Debemos aprender a convivir con este problema, manteniendo abiertos y funcionando la mayoría de servicios públicos y privados con todas las garantías sanitarias, pero sin sacrificar más héroes, pues estos desgraciadamente no son inmortales. Ya está bien, este país necesita una catarsis de dimensiones astronómicas, y tomar ejemplo de la mayoría de los ciudadanos que son cumplidores y buenos patriotas. Ciudadanos que sirven a su país y no vienen a servirse. Ojalá las urnas pongan después a cada cual en su sitio.