El miércoles comenzará el debate
de la quinta moción de censura de la democracia, presentada por Vox. No hay duda de que no prosperará porque no existe una mayoría alternativa a la del Gobierno, pero sí servirá como una primera toma de temperatura en plena segunda oleada del covid. El debate, que se prevé bronco, es una prueba sobre todo para Casado, que aún no ha definido el sentido del voto. Pero también examina a Pedro Sánchez y la fortaleza del bloque de la investidura.