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Serrano retira de entrada el expediente de Pontoneros, donde quiere construir una residencia de estudiantes privada, pero la izquierda entiende que PP y Cs se mueven solo por la pasta
Bien poco tardaron en chirriar a la izquierda cuando se conoció la última de las intenciones privadas de Jorge Azcón, que busca financiación para crear en el antiguo cuartel de Pontoneros una residencia universitaria privada. El PSOE vino a decir que al alcalde y su equipo solo les interesa vender al mejor postor; que les importa poco menos que un bledo convertir un equipamiento educativo público en privado; que aquí lo que vale es la pasta, otra vez. En ZeC, Pedro Santisteve se removió incómodo en su sillón ante la operación que se huele. Aún trata de deglutir el asunto del hospital privado que se levantará en Gómez Laguna, a tenor del cual aprovechó ayer en la comisión de Urbanismo para engancharse un rato con el concejal Víctor Serrano, cuando se le viene el asunto del antiguo cuartel militar.
La mañana había empezado en paz. Antes de empezar la comisión de Urbanismo tomó la palabra Víctor Serrano, el concejal del área: «Retiro el punto número 10 de la modificación aislada número 178 de Pontoneros». Sorpresa, sorpresa... No tanto. «Una vez que se configuró el orden del día y todos tuvieron ocasión de verlo, algún grupo municipal mayoritario (PSOE) con el que este consejero tiene intención de poder entenderse, anunció públicamente que se solicitaría la retirada del expediente», prosiguió el edil, que cerró con solicitud la apertura de la mañana: «Para próximas ocasiones me gustaría que no lo hicieran público (mirando a Horacio Royo), sino que me lo comunicaran a mí. Como entiendo que es un expediente que requiere de tiempo y reposo para su estudio, se ha retirado». El debate del día se caía a la primera. No tanto.
El guiño de Serrano a la hora del desayuno no fue suficiente para Santisteve, quien no traga con el asunto de las privatizaciones. Azuzó ayer cuando llegó el tema del nuevo hospital, recordando que la mayoría de los ciudadanos están «con la sanidad pública» para concluir que el modelo de ciudad de PP y Cs «es el negocio privado» y que la retirada del expediente llegó «después de que el Gobierno de la ciudad anunciara un clamoroso expolio del patrimonio público, con una modificación del PSOE, a la carta». A vueltas va siempre el modelo de ciudad. Azcón, le arrojan una y otra vez, «busca dinero como sea» más allá de interactuar con tejidos sociales o de proteger patrimonios públicos. Por la misma senda camina el concejal de Urbanismo, que andaba todo ufano con la modificación que permitirá «desbloquear» el proyecto que no logró Belloch por la falta de financiación. Ni Santisteve de alcalde, que no conquistó un acuerdo político.
No hay una idea clara de ciudad pues. O sí, según quién lo mire. «Es un modelo de negocio para agentes privados. Se da suelo con unas facilidades asombrosas y para hacer un centro privado de coste elevado, inque siste Santisteve, que abunda en mantener la idea original de que sea un proyecto intergeneracional y con debate ciudadano en aras del consenso para que «no sea un gueto de pobreza».
Quizá sea un tanto exagerado lo de la pobreza. Y lo del gueto. El caso es que en el PSOE lo ven bien parecido, por mucho que ayer ganaran una batallita con la retirada del expediente. Entienden que el PP y Cs cogen el suelo público para potenciar un negocio privado que solo estará al alcance de una minoría, «al igual que hizo con el futuro hospital privado en la prolongación de Gómez Laguna», afirmó el socialista Horacio Royo hace ya días, que tampoco se olvidó del modelito urbano viene y va. El del equipo de Gobierno de la ciudad, que ve «incapaz de gestionar por sí mismo» y «desconfía de lo público». Y si encuentra algún problema, opta por «liquidar el patrimonio público».
La pasta otra vez, que en el caso socialista le llaman «hacer caja» para beneficiar a una minoría, y lo hacen con menos remilgos de perfil ético. Cierto es que el PSOE nunca ha estado en contra de la venta de suelo público como herramienta para hacer inversiones y llevar a cabo políticas públicas, así que no hay prejuicios morales por ese lado. Otra cosa es hacerlo solo para unos en lugar de por el bien de todos.
En fin, se avecinan más jornadas a vueltas con la residencia de estudiantes y los modelos de unos y otros. A la derecha, ya se ve, lo tienen claro. A la izquierda también, aunque el PSOE les reconoce que no es un proyecto fácil. Eso sí, no se trata «de quitarse el muerto de encima», piden. Sea como sea, Serrano volverá la carga. De momento, ayer le bastó con la labor de zapa. Como buen pontonero.