Crece el voto postal y anticipado en EEUU
A 15 días de las elecciones ya ha votado el 24% del total del 2016 Las largas colas de electores se repiten en varios estados del país
El viernes pasado, bajo una torrencial tormenta, Nick se acercó hasta el Departamento de Elecciones del condado de Miami-Dade en Doral para depositar en persona su voto por correo. Lo hizo aprovechando una visita a sus padres y no porque esté preocupado porque pueda haber fraude como sugiere Donald Trump, algo que este joven de 25 años define de «absoluta mentira». Poco después que él llegaron Janeisie, de 35 años, y su madre, Iliana, de 64. Lo hicieron «por el virus, para estar seguras y porque da confianza venir».
Son solo tres de los más de 34 millones de personas que, según las estadísticas del US Elections Project, ya han votado anticipadamente en Estados Unidos, ya sea en voto temprano o por correo. Esos números a dos semanas de los comicios representan ya más del 24% del total de votos que se emitieron en las presidenciales del 2016. Y constatan las previsiones de que este 2020 se alcanzarán cifras récord y, previsiblemente, se superará la participación de 136 millones de estadounidenses que votaron en las presidenciales del 2016, hasta rozar o superar los 150 millones.
PANDEMIA Y ENTUSIASMO $ Varias razones explican esa fuerza. La principal es que la mayoría de los estados han hecho esfuerzos para garantizar la seguridad del voto en medio de la pandemia, animando y facilitando la participación temprana, aunque en algunos gobernados por republicanos se han intentado adoptar medidas denunciadas por los demócratas como esfuerzos para suprimir el voto. En Tejas, por ejemplo, el gobernador trató de reducir los buzones de depósito de papeletas por correo a solo uno por condado, sin importar el tamaño de la población, decisión que por ahora han frenado los tribunales.
Estas son unas elecciones también en las que la intensidad del electorado no tiene precedentes recientes. Es una pasión que, según los datos facilitados por los estados que informan sobre la afiliación de los votantes, está de momento movilizando a más demócratas. En los datos del US Elections Project, estos representan el 52,8% de quienes ya han votado, frente al 25,2% de republicanos y al 21,4% sin afiliación a ningún partido.
Sería erróneo, no obstante, tomar las tendencias como inamovibles. Cerca de 100 millones de estadounidenses con derecho a voto no lo usaron en el 2016 y una de las claves será quién logra hacer que este año no se salten la elección. Los republicanos están sacando ventaja a los demócratas en registro de votantes en estados clave como Florida, Carolina del Norte o Pensilvania aunque tampoco ese «arma secreta» de Trump, en palabras de un consultor republicano, sea garantía de nada. En las legislativas del 2018 los demócratas sacaron ventaja en registro y lograron victorias pero también perdieron algunas carreras. Lo seguro es que Trump, ya sea a favor o en contra, moviliza a los estadounidenses. Así como en las legislativas del 2014 se registró el nivel de participación más bajo en 70 años, en las del 2018, cuando él ya estaba en la Casa Blanca, se alcanzó el nivel más alto en más de un siglo.
Una de las imágenes que deja la elección ya en marcha es la de las largas colas en los centros de voto anticipado. El primer día en Georgia hubo esperas de hasta siete horas. En algunos condados de Tejas votaron en esa primera jornada el 10% del total de electores del 2016. Y ya lo han hecho más de 4,7 millones de ciudadanos (superando el total de votos que recibió Trump en las anteriores presidenciales).
PROBLEMAS ORGANIZATIVOS $ Esas imágenes se repiten en estados como Florida, donde el voto por anticipado comenzó el lunes, y en Wisconsin, donde empezó ayer. Y en parte son la demostración del entusiasmo pero también son el reflejo de problemas organizativos y motivo de bochorno en una democracia avanzada que sigue organizando sus elecciones el martes después del primer lunes de noviembre, un día laborable y no festivo.
Lo seguro es que, a favor o en contra, Donald Trump moviliza a los votantes estadounidenses