Andalucía destina presupuesto para demoler el Algarrobico
Andalucía incluirá en sus cuentas generales para 2021 una partida para los trabajos previos de demolición del Hotel Algarrobico en Carboneras (Almería). El presidente autonómico Juanma Moreno Bonilla lo definió como un atentado ambiental que nunca debió producirse. Más allá del golpe de efecto dado el presidente de la Junta en su carrera por emprender una «revolución verde», la decisión de la Junta supone dar cumplimiento a una sentencia de hace ya 8 años que declaró ilegal la estructura del edificio y consideró que invadía el dominio público marítimo-terrestre, obligando a las administraciones a restaurar el paraje a su estado original.
El anuncio se presentó como una demostración palpable de un cambio real en el modelo de política medioambiental en Andalucía. Sin embargo, aún queda mucho terreno por recorrer antes de que las excavadoras entren en la parcela situada a apenas 50 metros de la orilla en la que se empezó a construir el hotel allá por el 2003. Y es que entran en juego competencias tanto del Gobierno central como del autonómico.
De hecho, el último acuerdo entre ambas administraciones, fechado en el 2011, establecía que sería el Gobierno central quien asumiría la demolición física, y a la Junta le correspondería la retirada de escombros y restauración paisajística del espacio natural. Sólo la demolición se estimó entonces en 8,5 millones de euros. El primer paso debería ser la ejecución efectiva del derecho de retracto sobre el terreno para hacerse con la posesión de las fincas donde se levanta el hotel. Aunque la Junta consignó los 2,3 millones de euros de esta operación en el 2006, en el Registro de la propiedad del terreno aún consta a nombre de la empresa Azata del Sol. Y en el 2017, el Supremo ya obligó a la Junta a iniciar un procedimiento por la vía civil para conseguir inscribir la parcela bajo su titularidad.
El presidente andaluz tacha el equipamiento de atentado ambiental