Un final para un ‘reality’ que huele a cuerno quemado
Mediaset ofrece esta noche el epílogo de la nueva edición del programa
Los paraísos no son para siempre, eso ya nos lo enseñaron Adán y Eva, y después del desmadre de las parejas que entraron «a poner a prueba su amor» con unos cuantos solteros y solteras de catálogo de cirujano plástico o de inventario de gimnasio, el pasado domingo llegó la hora de la verdad en esa máquina de hacer audiencia de Mediaset que es La isla de las tentaciones. El momento de despertar de su sueño y comprobar que «el dejarse llevar», el verbo que más se conjugaba en esas villas dominicanas donde les soltaron a triscar, tendría sus consecuencias. Buscadas o no. Esta noche llega el epílogo (Tele 5, 22.00 horas). Es decir, qué fue de aquellas parejas tres meses después. Habrá sorpresas. Pero primero veamos cómo quedó la cosa el domingo. Aparte de Inma y Ángel, que no aguantaron aquello y se fueron por piernas, otra pareja que era evidente que tendría un happy end era la que entró en su lugar: Patry y Alessandro, que, pese al dramatismo (( que escenificó la joven cubana en la primera hoguera luego se calmó. Reproches, besitos, y ya está. No todo está perdido. Otro caso es el de Melyssa y Tom. El chico se lió en el minuto uno con una soltera, Sandra, pese a que le daba mucha pena («soy muy sensible») que su chica llorara por las esquinas. Porque la chica fue el Christofer de esta edición, el alma en pena que les cortaba totalmente el rollo erótico festivo al resto. Hasta que se empoderó, dijo «basta» y le devolvió el anillo. Y él se volvió solo. No era cosa de irse con Sandra.
Los canarios Marta y Lester también decidieron probar con otro y otra, respectivamente. Ella ya la armó en el primer programa, llorando con lágrima seca, muerta de celos, porque su chico había escogido una soltera que le podría gustar. Ella, entonces, lo aprovechó para soltarse de lo lindo, con escena de cama incluida. Él, al verlo, se sintió libre y se lió con la rubia Patricia. Y se fueron juntos. Marta, sola. ¿Qué veremos en este programa? Marta aparece gritando, presa de su histrionismo, «Pinocho y Pinocha» a la pareja. Se masca la tragedia.