El voto del PP, única incógnita de la moción de censura fallida de Vox
Pablo Casado sigue evitando posicionarse a la espera de ver la belicosidad de la formación ultra AAA Pedro Sánchez y Pablo Iglesias escenificarán la coalición y defenderán juntos al Gobierno
Vox presentará hoy a las nueve de la mañana ante el Congreso la quinta moción de censura que se debate desde la recuperación de la democracia en 1978. El partido ultra intentará desbancar a Pedro Sánchez de la presidencia, una operación en la que no tendrá éxito, ya que tiene 52 diputados y ningún otro grupo apoyará la iniciativa. Tampoco la respaldará el PP que, sin embargo, no ha querido aclarar si se abstendrá o votará no. Pablo Casado rechaza desvelar su decisión, una muestra de la incomodidad que le supone la moción en la que teme ser víctima de la pinza que le haga el jefe del Ejecutivo y el líder de Vox, Santiago Abascal.
Los populares creen que es una operación de márketing para lanzar al candidato de Vox para las elecciones catalanas, Ignacio Garriga, que será el encargado de presentar la moción. Abascal presentará después su proyecto para España. Ninguno de los dos tiene límite de tiempo. El presidente y todos los miembros de su Gobierno podrán pedir la palabra cuando quieran y hablar durante el tiempo que deseen. Después de Abascal, será el turno de los grupos parlamentarios, de menor a mayor. Como son una decena, el cálculo es que el PP no intervenga hasta mañana. Al finalizar el debate, los diputados votarán uno a uno, de manera presencial o telemática.
Casado cree que la iniciativa de Vox es inoportuna, en plena pandemia, y va a ser un salvavidas para Sánchez, pese a su contestada gestión de la crisis sanitaria y las malas previsiones económicas.
La decisión del jefe de la oposición de no revelar el sentido del voto responde, según varios diputados, a que quiere comprobar si Vox interpela al PP y se ceba con la mácula de la corrupción y sus políticas de «derechita cobarde», como suelen decir los dirigentes radicales. Casado mide mucho sus pasos ante la atracción (confirmada en las generales) que el elector de derechas siente por Vox, sin lastres por su inexperiencia. Desde las elecciones andaluzas del 2018, cuando logró 12 diputados, la formación ultra condiciona su estrategia y en algunos casos, como este, se hace evidente de una manera cruda. El presidente del PP subrayará que la moción es inútil y que él es el auténtico jefe de la oposición y, en consecuencia, se centrará en Sánchez y no en el impulsor de la moción.
Según fuentes de la formación ultra, Abascal «atacará a la izquierda y el nacionalismo» y no «entrará en batallar con Casado». Otra cosa, añaden, será el tono de Garriga y el portavoz, Iván Espinosa de los Monteros.
Más confortable se verá a Sánchez, que entrará a responder a Vox y aprovechará para sacudir a Casado por hacer, en su opinión, seguidismo de la ultraderecha. La Moncloa ya ha anunciado que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tomará la palabra. Es la manera que el jefe del Ejecutivo tiene para que se visibilice que forman un Gobierno de coalición y, de paso, que el líder de Podemos se defienda solo de los previsibles ataques que le lleguen desde Vox y el PP por su críticas a la Monarquía y sus problemas judiciales.
Varias formaciones han propuesto, sin éxito, dar plantón a Vox hoy y mañana. ERC, EH Bildu, Compromís y el BNG pusieron sobre la mesa la necesidad de aislar a la formación ultra y no participar en el pleno. Un plan que el portavoz de los republicanos catalanes, Gabriel Rufián, hizo llegar al PSOE y a Unidas Podemos y que estos rechazaron, según explicó.
«Lo mejor hubiera sido, en esta moción de censura, no hablar. Que nadie participara y se quedaran Garriga y Abascal hablando solos, pero si no lo compra PSOE y Podemos no tiene ningún sentido», relató Rufián ayer en el Congreso. Su intención, dijo, era que el diputado por Barcelona de Vox y el líder del partido fueran los únicos en subir a la tribuna y que ningún partido les replicara.
El líder de los populares cree que, en plena pandemia, la iniciativa es inoportuna