El Periódico Aragón

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PEDRO ALMODÓVAR Cineasta. Estrena hoy en cines el cortometra­je ‘La voz humana’

- BEATRIZ MARTÍNEZ eparagon@elperiodic­o.com MADRID

Pedro Almodóvar regresa hoy (Cines Aragonia y Palafox de Zaragoza y Cinemundo de Huesca) a los cines con La voz humana, un cortometra­je protagoniz­ado por Tilda Swinton, basado libremente en el texto de Jean Cocteau, que se convierte en su primera experienci­a en inglés. Una depurada virguería a nivel formal que condensa todo el universo del cineasta. El manchego considera «una declaració­n de intencione­s» haberlo estrenado en salas en un momento tan crítico para la exhibición.

–‘La voz humana’ siempre ha estado de alguna forma presente en su obra desde ‘La ley del deseo’. ¿Por qué ha decidido ahora convertir el texto en una unidad independie­nte?

–Ha sido un capricho. Mientras otros compañeros hacen series, yo quería hacer un cortometra­je, sobre todo porque sentía la necesidad de recuperar el espíritu de un debutante, probar cosas nuevas, experiment­ar con el lenguaje, explorar la esencia del artificio. Todas mis películas son libres, pero esta lo es mucho más.

–En la película vemos a una mujer encerrada en un decorado. Podría ser una metáfora del confinamie­nto.

–La realidad siempre termina filtrándos­e, incluso cuando el autor no lo tiene previsto. Cuando estábamos ensayando estalló el estado de alarma y cuando retomamos el rodaje en junio me di cuenta del confinamie­nto del personaje, tanto físico como emocional. La soledad y el abandono, la oscuridad en la que vive esta mujer resultan mucho más evidentes e impactante­s ahora. Pero lo único que añadí fue la escena final, en la que entra la luz y se sale del encierro.

–¿Para qué le ha servido a usted este periodo?

–Me ha dado fuerza e impulso para trabajar más que nunca, porque en medio de la parálisis generaliza­da necesitamo­s crear material para estimular a los espectador­es. Ha sido como una huida hacia adelante.

–¿Cómo ha sido la experienci­a de rodar en inglés?

–Quería probar para saber cómo me iba. No sabía cómo me iba a desenvolve­r dirigiendo a una actriz tan a fondo en otro idioma, porque dirijo con el oído, y la música del inglés es muy distinta. En este caso el inglés me ayudaba a contrarres­tar la bravura sentimenta­l la voluptuosi­dad emocional del texto, que es como carne de bolero. Yo quería contención, no caer en lo folletines­co. He perdido el 75% del miedo que tenía al inglés. Solo me queda el otro 25%.

–¿Estrenar en estos momentos en cines le sirve para posicionar­se claramente en un momento tan delicado para la exhibición?

–Pienso cada imagen que ruedo para que sea proyectada en pantalla grande. No sabía qué iba a pasar con este trabajo, y para mí que se estrene es una especie de milagro. Y sí, estrenarla ahora es una declaració­n de intencione­s. El confinamie­nto le ha dado un golpe mortal a la exhibición en cines.

–¿Qué piensa de las ‘majors’ que aplazan los estrenos al año que viene?

–No sé cómo calificarl­o. Me parece un horror. Y de un egoísmo inaudito, porque estoy seguro de que no van a salir ganando más, porque los productos se van a quedar viejos. El mismo James Bond visto dos años después va a quedar caduco.

–¿Qué le parece la cultura de la cancelació­n?

–A mí todo esto me parece escandalos­o, porque no se está hablando de cine. No se puede revisar El

último tango en París o todo el cine de Sam Peckinpah de acuerdo con la ideología del nuevo feminismo porque es injusto para el cine.

–¿Me quiere decir que Peckinpah es misógino?

–Pues claro, ya lo sabía, y mucho. ¿Me gustan menos sus películas? No. Y, además, está la eterna confusión entre el artista y su obra. Ahora Alfred Hitchcock no podría hacer Los pájaros. Porque una cosa es el talento y otra el respeto y la corrección hacia otras personas. Además, no se puede juzgar desde el presente todo el pasado. En los 60 y los 70 había muchos desnudos porque se luchaba por la liberación sexual y de los cuerpos. Creo que hemos retrocedid­o más de 50 años en formas de pensamient­o. No se puede juzgar todo desde una mentalidad militante feminista porque no es justo con las obras de arte.

–¿Le da miedo que le ocurra a usted también algo parecido?

–Lo que me sorprenden es que no me haya pasado ya. Pepi, Luci, Bom y

Átame son controvert­idas al respecto y de hecho ya hubo problemas con unas feministas en Berlín. Parece que, por el momento, voy sobrevivie­ndo.

–Cuando utilizó ‘La voz humana’ por primera vez en los 80, España se encontraba en la Transición y saliendo de una época oscura. Ahora parece que vuelve la extrema derecha, casi como si se cerrara un círculo.

–Lo que estamos viviendo en nuesy tra sociedad ha adelgazado mucho la democracia en la que vivimos. Y todo por el mal uso que hacen de ella los partidos de la derecha. Yo me echo las manos a la cabeza cada día que pongo la televisión, no me puedo creer lo que escucho, ese nivel de descaro, de estulticia, de desprecio hacia todos nosotros, que deben pensar que estamos idiotizado­s. Me escandaliz­a el devenir político del país. Y más en este momento en el que nos acechan todas las crisis. La derecha que tenemos es también una epidemia. Y nosotros, como ciudadanos, no deberíamos permitir esa vuelta a lo retrógrado.

«Mientras otros compañeros hacen series, yo quería hacer un corto; sentía esa necesidad»

«La democracia ha adelgazado mucho. Y todo por el mal uso que hace de ella la derecha»

 ?? EL DESEO / NICO BUSTOS ?? Pedro Almodóvar y Tilda Swinton, en una imagen promociona­l de ‘La voz humana’. ((
EL DESEO / NICO BUSTOS Pedro Almodóvar y Tilda Swinton, en una imagen promociona­l de ‘La voz humana’. ((

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