El 2021será un año de « recuperación» pero no un año fácil
La vicepresidenta Nadia Calviño afirmó ayer ante más de 200 inversores internacionales que el Ejecutivo está «comprometido» a que el 2021 sea un año de «recuperación y transformación», con un crecimiento del 7% sin contar los fondos europeos y con la consolidación fiscal. La responsable les trasladó que se han «mitigado» los principales riesgos, aunque eso «no significa que los próximos meses vayan a ser fáciles». Calviño afirmó que se avanza «en la buena dirección», lo que «no significa que la recuperación económica vaya a ser fácil».
Trabajo, Yolanda Díaz, también se reunió con los agentes sociales en relación a los planes para «modernizar el mercado de trabajo», si bien, todos estos encuentros han adolecido hasta ahora de escasa o nula concreción sobre las propuestas en las que trabaja el Gobierno.
La ministra Calviño mencionó ayer ante el foro de inversores internacionales algunas de las 30 reformas y planes de inversión que el Gobierno ha incorporado en su borrador de Plan de Recuperación con cuestiones como la educación, la formación profesional, la energía, la mejora del entorno para los negocios, la movilidad sostenible, la modernización de la administración y la reforma fiscal, así como reformas en el mercado laboral y en el sistema de pensiones. En particular, sobre estas dos últimas Calviño se limitó a subrayar que es preciso que «cuenten con el consenso de los agentes sociales que asegure la estabilidad en los próximos años».
A partir de los 140.000 millones de fondos europeos asignados a España hasta el 2026, España prevé movilizar un «significativo» volumen de inversión privada, del orden de 500.000 millones de euros --dijo Calviño--, lo que debería contribuir a un aumento del crecimiento potencial del 2% del PIB al año, según los planes del Gobierno.
Como primera aproximación, el Gobierno ya ha lanzado seis solicitudes de manifestación de interés, con el fin de conocer propuestas del sector privado o de otras administraciones en relación a la extensión de la banda ancha y el 5G (se lanzó el miércoles), desarrollo del hidrógeno verde, transformación industrial, movilidad eléctrica y lucha contra la desploblación rural.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, instó ayer a los bancos a volver a elevar las provisiones para afrontar el futuro aumento de los impagos que provocará la pandemia, tras la reducción de las mismas que realizó el sector en el tercer trimestre. No es un mensaje nuevo, pero cobra particular relevancia porque las entidades están cerrando estos días los resultados del 2020 que presentarán en las próximas semanas. Según estimó ayer Standard & Poor’s, la morosidad se va a más que duplicar en los próximos trimestres, desde el 4,57% del pasado octubre hasta alcanzar el 9,5%10% a finales de este año o la primera mitad del próximo.
Durante su participación en el Spain Investors Day, De Cos no presentó un cálculo, pero de confirmarse el de la agencia de calificación, el peso de dichos activos de dudoso cobro sobre los créditos se elevaría a niveles del 2016, pero por debajo del máximo del 2013.