El nuevo plan de variantes llegará a 18 poblaciones en la primera fase
La DGA quiere destinar nueve millones en dos años a la mejora de accesos
El Gobierno de Aragón anunció ayer la puesta en marcha de un programa de mejorar de travesías y accesos a poblaciones con el que se actuará, a lo largo de los próximos dos años, en un total de 18 tramos urbanos con el objetivo de mejorar la seguridad vial, pero, también, la mejora de los accesos a las fincas, creación de vías de servicio, construcción de rotondas, la mejora de puentes y creación de pasarelas y la estabilidad de taludes. Una iniciativa amparada por el departamento de Vertebración del Territorio que dirige José Luis Soro y que es paralela a la intervención ordinaria en carreteras, un asunto en el que según reconoció «aún queda mucho pendiente».
El programa de actuaciones para las variantes está respaldado por una partida de 2,5 millones de euros para comenzar con las obras. El resto de la inversión se realizará a lo largo del 2022. En total se prevé un presupuesto que rondará los 9 millones de euros de los cuales unos tres serán aportados por los ayuntamientos.
Soro recordó que el pasado año trabajaron de forma conjunta con los organismos municipales para determinar los puntos en los que son más necesarias las actuaciocios nes. La intención era priorizar al máximo los recursos de los que se disponen. «Este programa que nace con vocación de continuidad en los próximos presupuestos, destacó.
CESIONES $ Una de las peculiaridades de este plan de accesos tiene que ver con la cesión a los propios consistorios de algunas de las obras, sobre todo aquellas en las que las variables conviertan en tramos urbanos las viejas carreteras. El consejero explicó que se firmarán convenios con los ayuntamientos para acometer también las mejoras de los suministros, abastecimientos de agua y servipúblicos. Esto sucederá, por ejemplo, en Uncastillo, Sástago, Villamayor de Gállego (en la que está prevista una inversión de más de dos millones de euros), Barbastro y Orihuela del Tremedal (con casi 800.000 euros previstos).
Soro consideró que este tipo de inversiones son un ejemplo de colaboración institucional para garantizar mejores condiciones de vida y manifestó que la inversión en travesías y accesos a poblaciones supone «una mejora muy sustancial en el día a día de los vecinos y vecinas de nuestros pueblos».
Otras de las obras se limitará a la mejora del firme y la estabilización de las calzadas. En estos casos, que beneficiarán a las localidades de Belmonte, Herrera de los Navarros, Gelsa, Pomar de Cinca, Castillonroy, Muniesa y Sarrión todavía no se ha decidido si la gestión de los trazados pasará a manos municipales.
PUENTES Y ROTONDAS En un último bloque de intervenciones se contemplan mejoras en taludes, rotondas o pasarelas peatonales. En los próximos dos años se intervendrá en Alagón, Sabiñán, Azanuy, Valderrobres, Ariño y en el puente entre Olalla y Calamocha. En este último caso el presupuesto previsto es de 400.000 euros.
El consejero destacó que este programa se engloba también dentro de los objetivos de la Estrategia aragonesa para la recuperación social y económica (aprobada con una gran mayoría) del mismo modo que la mejorar en de las vías convencionales, una asignatura pendientes del departamento de la que dijo ser «consciente».
Soro estableció al respecto que la inversión pública en infraestructuras «es una de las palancas más efectivas y ágiles» de las que disponen las administraciones públicas para estimular la reactivación económica; propiciar la creación de empleo y recuperar la cohesión social en el conjunto del territorio. «Especialmente en una situación de crisis económica como la derivada de la crisis sanitaria del covid», explicó. El director general de Carreteras, Bizén Fuster, consideró que las actuaciones igualmente servirán para prevenir accidentes.
El consejero Soro
reconoce que queda pendiente una gran inversión en carreteras