Tres naves vuelven a la conquista de Marte
El robot ‘Perseverance’ se posó ayer con éxito en la superficie del planeta rojo Le acompañarán el todoterreno chino ‘Tianwen-1’ y la sonda emiratí ‘Hope’
El rover de la NASA, que ya mandó ayer las primeras fotos, inicia la aventura de buscar vida extraterrestre La nave incluye la estación meteorológica española MEDA, que estudiará la temperatura y el polvo rojizo
Ya está. Perseverance lo logró. Tras un viaje de más de seis meses y 470 millones de kilómetros de recorrido interplanetario, la misión aterrizó con éxito sobre la superficie marciana. A las 21.56 de ayer jueves, tras unos infinitos minutos de tensa calma, la alegría inundó el centro de control del Jet Propulsion Laboratory de la NASA. El módulo de aterrizaje ya había superado los temidos siete minutos de terror y, ya posado sobre la superficie marciana, se preparaba para hacer historia. Ahora sí que sí, empieza la aventura de Perseverance en busca de vida extraterrestre en Marte.
La misión aterriza en Marte para estudiar el suelo y la atmósfera marciana, armada con hasta siete instrumentos científicos de última generación. Su objetivo es recolectar datos para entender por qué el planeta rojo ha evolucionado hacia un ambiente tan hostil. Esta información será clave de cara a las futuras misiones tripuladas que, algún día, se convertirán en las primeras huellas humanas en otro planeta. Pero eso no es todo. La iniciativa también pondrá a prueba nuevas herramientas tecnológicas, como un experimento que intentará convertir el dióxido de carbono marciano en oxígeno.
A bordo de Perseverance también aterriza la estación meteorológica española MEDA, también conocida como el hombre del tiempo marciano; un proyecto liderado desde el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) con el que se estudiará desde la temperatura, al viento, la humedad del aire y el polvo rojizo del planeta, el verdadero protagonista de la atmósfera marciana. Se trata de la tercera estación de este tipo, que trabajará en coordinación con sus hermanas REMS y TWINS que viajan a lomos de Curiosity y de Insight. Así que a partir de ahora España puede presumir de que dispone la primera red meteorológica activa en otro planeta. Que no es poco.
El gran momento de Perseverance fue seguido por más de un millón y medio de espectadores a través de los canales de la NASA. La agencia estadounidense ofreció por primera vez en su historia un programa especial íntegramente en español para seguir un evento de este tipo. s.
TRES MISIONES Pero además del Perseverance, este febrero, otras dos misiones terrícolas llegarán al planeta rojo. Tras seis meses de intenso viaje interplanetario, tres naves espaciales se preparan para marcar un antes y un después en la historia de la exploración marciana. La sonda emiratí Hope (Esperanza en castellano o Al Amal en árabe) indagará en la atmósfera de Marte durante un año marciano, el equivalente a dos años en la Tierra. La misión china Tianwen-1 (que se podría traducir como «preguntas celestiales») desplegará un orbitador, un módulo de aterrizaje y un robot explorador. Finalmente, el programa estadounidense Mars 2020, en el que se centran todos los ojos estos días, va a desplegar sobre el desierto rojizo dos vehículos de exploración; el róver Perseverance y el helicóptero Ingenuity, el primero de su tipo en volar fuera de su planeta madre. Se avecinan tiempos emocionantes para los aficionados. Tanto la misión árabe como la china, que alcanzaron la órbita marciana a principios de febrero, ya han enviado las primeras fotos del planeta. Pero en estos días todos los ojos se centran en la misión estadounidense.
«A pesar de la larga historia de la exploración de Marte, todavía queda mucho por aprender de este planeta. Así que cada misión que llegue añadirá una pieza más del puzle», explica Marina Diez Michelena, investigadora del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). «Entender la historia de Marte es muy importante; también para entender el futuro de la Tierra. Ambos planetas, junto a Mercurio y Venus, forman parte de una misma familia y tienen un origen común, situado hace 4.500 millones de años. El reto está en entender por qué han tenido una evolución tan diferente y por qué, por ejemplo, en unos hay vida y en otros no», argumenta la experta.
Con la llegada de estas tres misiones, serán seis las banderas que orbiten el planeta rojo: Estados Unidos, Rusia, China, Europa, India y Emiratos Árabes. Nunca antes había habido tantos ojos robóticos sobre un planeta que no fuera la Tierra. Por eso mismo, no son pocos los que califican estos días como algo histórico.
DESTINO UTOPIA PLANITIA Sobre la posibilidad de vida extraterrestre, el astrobiólogo Jesús Martínez Frías se muestra tajante. «Marte recibe una radiación ultravioleta muy intensa que, por lo que sabemos, destruye toda traza de vida orgánica en superficie. Si existe vida, lo más probable es que sea microbiana y se esconda bajo tierra», argumenta el investigador especializado en ciencias planetarias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC-UCM). Así que nada de imaginarse monstruitos furibundos
como los de Mars Attacks o unos entrañables alienígenas como
E.T..
El robot chino, bautizado popularmente como Conejo rojo (Red
rabbit), aterrizará en la llanura Utopia Planitia; uno de los emblemáticos escenarios de Star Trek, situado en el helado hemisferio norte del planeta. El todoterreno estadounidense, en cambio, explorará el cráter Jezero, que en su día fue el delta de un antiguo lago. Ambos enclaves son lugares propicios para buscar las microscópicas muestras de vida que, de encontrarse, supondrían uno de los descubrimientos más revolucionarios de todos los tiempos.
Más allá de las grandes preguntas sobre vida extraterrestre, las tres misiones también intentarán responder a cuestiones más
mundanas (aunque igual de interesantes). Por ejemplo, cómo es la atmósfera marciana. Qué piezas componen el puzle geológico de Marte. Qué tipo de actividad sísmica hay en el planeta. Qué secretos se esconden tras el hielo marciano. Y hasta qué tiempo hace en el planeta.
Eso sí. Como bien dice el refrán; la paciencia es la madre de toda la ciencia. Así que todavía habrá que esperar un tiempo antes de tener una respuesta a estas preguntas. «No solo habrá que esperar a que estas misiones recojan datos. También hará falta el trabajo de cientos de investigadores de todo el mundo para entender qué hay detrás de esa información. Este proceso no es inmediato, sino que podría demorar meses o incluso años», explica Beatriz Sánchez-Cano, investigadora de la Universidad de Leicester. «El conocimiento que tenemos ahora mismo sobre Marte es el equivalente al que teníamos en los años 60 sobre la Tierra. Todavía queda mucho camino por recorrer», valora la experta.
Un apunte más. La exploración del planeta rojo se hará en diferido. Y no por el placer de los amantes de los robots teledirigidos, sino por una cuestión logística. Varios millones de kilómetros separan la Tierra y Marte. La distancia es tal que las señales del planeta rojo se reciben con entre 8 y 10 minutos de diferencia. Este retraso en la señal es el responsable de que, por ejemplo, tanto Perseverance como Tianwen-1 tengan que aterrizar en piloto automático. Con todo programado al milímetro, sí, pero sin nadie que esté directamente a los mandos.
La emoción se ha centrado en las últimas horas ahora en el aterrizaje de Perseverance, la primera mision en alcanzar el suelo marciano. Tianwen-1 lo hará en mayo. La invasión del planeta rojo ya está aquí. No se pierdan cómo sigue esta historia, porque es el primer paso antes de las primeras huellas humanas en otro planeta.