El Supremo avala el veto a que Telepizza geolocalice a sus ‘riders’
El Tribunal Supremo tumbó ayer definitivamente el programa piloto de Telepizza, mediante el cual pretendía geolocalizar a sus repartidores para seguirles la pista en directo durante sus entregas. Y debían ser los propios trabajadores los que costearan de su bolsillo el teléfono móvil para tenerlos controlados. El alto tribunal desestimó el recurso de casación interpuesto por la empresa (que ya había perdido en la Audiencia Nacional) y tumbó sin posibilidad de más recorrido el proyecto Tracker de la empresa de reparto de comida a domicilio.
Los magistrados determinarion que la intención de Telepizza de geolocalizar en todo momento a sus repartidores es innecesaria, pues la empresa tiene otros elementos para seguir siendo competitiva a nivel de mercado sin invadir de manera tan manifiesta la privacidad de sus empleados. Así lo refleja la sentencia hecha pública ayer, que reprocha abiertamente a la compañía el hecho de que no informó debidamente a sus trabajadores ni negoció su implantación.
El programa piloto puesto en marcha por la compañía pretendía «mejorar el ratio de pedidos que se entregan más tarde de la hora prevista» y facilitar al consumidor la opción de seguir en tiempo real el estado de su comida. Para ello, los repartidores debían aportar su propio teléfono móvil con conexión a internet y costearlo de su bolsillo, con una compensación monetaria que la compañía impuso sin negociación previa. El hecho de negarse a dicha geolocalización era motivo de despido. Todo ello levantó el malestar de los empleados, que ya habían llevado ante los tribunales a Telepizza por no aplicar correctamente las anteriores subidas del salario mínimo inteprofesional (SMI) y pagarles de menos, según alegaron.
En la sentencia, los magistrados ven acreditado un «abuso de derecho por parte de la empresa».