El Periódico Aragón

Con la miel en los labios

El Huesca se adelanta con un gol de Sandro en el minuto 80 pero Diop empata dos después

- eparagon@elperiodic­o.com EIBAR

Con la miel en los labios. Así se quedó la Sociedad Deportiva Huesca en Eibar, donde consiguió resistir y adelantars­e en el minuto 80 con un gol de Sandro Ramírez, ya recuperado de su lesión. Poco le duró la alegría porque en la jugada siguiente vio cómo el conjunto vasco empataba solo dos minutos después a la salida de un córner mal defendido. Un cabezazo de Diop supuso el 11. El equipo de Pacheta suma un punto más, pero regresa sin el premio gordo, un triunfo que le hubiera catapultad­o en la tabla. Ahora seguirá colista con 20 puntos.

En un choque que se agitó en el tramo final, cuando se marcaron los dos goles, fue el conjunto de José Luis Mendilibar el que optó por tomar la iniciativa y el que antes amenazó la meta azulgrana. Avisó pronto el Eibar tras un saque de esquina de Pedro León que cabeceó fuera Enrich. En la siguiente jugada, se produjo un rápido contragolp­e del Huesca y Rafa Mir tuvo su ocasión, con su disparo desde la frontal del área que salió ligerament­e elevado.

El partido empezó fuerte y sin concesione­s como era de esperar por lo que estaba en juego. Los dos equipos jugaban con gran intensidad y el Eibar mantenía su presión extenuante. Bryan Gil comenzó a aparecer con una veloz internada, que la defensa oscense consiguió neutraliza­r con mucho trabajo. La primera ocasión clarísima para los locales la tuvo Kike García en un error clamoroso solo ante la portería de Álvaro, pero el jugador de Motilla del Palancar se trabó y no remató bien en dos ocasiones seguidas, en lo que fue una posibilida­d de gol inmejorabl­e. Las cosas se torcieron para el Eibar tras alcanzarse el primer cuarto de hora, por una lesión de Pedro Bigas, que se rompió él solo en carrera y tuvo que ser retirado del campo en camilla y fue sustituido por Anaitz Arbilla. El Eibar mantenía el dominio, pero no acababa de crear peligro.

LAS LLEGADAS En el minuto 24, Escriche volvió a tener una ocasión en un rápido contragolp­e, que atajó providenci­almente Oliveira cuando iba a disparar. Gran susto para el Eibar que se dio cuenta de que no se podía confiar a pesar de su dominio territoria­l y que dio otro aviso tras una falta sobre Kike García, lanzada por Pedro León que sacó hacia Expósito, quien lanzó alto su tiro. En los minutos finales de la primera mitad, Javi Gálán lanzó un disparo que se fue por el exterior de la portería de Yoel. Pero fue en la prolongaci­ón cuando se reactivó el Eibar, después de que Pedro León disparase un balón que dio en el larguero, en otra ocasión clarísima de los locales.

Kike García volvió a ser protagonis­ta en el comienzo de la segunda parte, con un disparo lejano que rozó el poste izquierdo de la meta defendida por Álvaro. El Huesca tuvo una buena oportunida­d en el pase de la muerte de Ferreiro, que abortó Pozo y en el contragolp­e Kike García volvió a poner a Álvaro a prueba.

El conjunto visitante comenzó a activarse por medio de Ferreiro y a llevar más peligro. A medida que transcurrí­an los minutos el miedo a perder comenzaba a hacer mella en los dos conjuntos. Cote lo intentó desde lejos sin fortuna y poco más tarde Pedro León sacó una falta directa, también desviada. El Eibar bajó el ritmo y Mir y Siovas casi marcaron para el Huesca. Mendilibar buscó un revulsivo con un triple cambio al dar entrada simultánea­mente a Kevin Rodrigues, Soares y Aleix García, pero sucedió todo lo contrario ya que en el minuto 80 Sandro se quedó solo, libre de marca, recibió un pase de Ferreiro y fusiló a placer a Yoel con un fuerte disparo.

Parecía que el tanto podía hundir al Eibar, pero en la siguiente jugada tras un saque de esquina, un cabezazo de Diop acabó en las mallas, gol que supuso el empate para el Eibar. Y dos minutos después, Rodrigues la tuvo en un disparo a bocajarro que paró Álvaro. Sandro volvió a llevar el miedo al Eibar, pero su jugada fue anulada por fuera de juego.

 ?? EFE / JUAN HERRERO ?? Sandro Ramírez celebra, arrodillad­o y con los brazos señalando al cielo, el 0-1 del Huesca en Ipurua.
EFE / JUAN HERRERO Sandro Ramírez celebra, arrodillad­o y con los brazos señalando al cielo, el 0-1 del Huesca en Ipurua.

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