El deporte como referencia de la nueva normalidad
Después de acumular casos (algunos estrambóticos) y sucesos en los que ha imperado la falta de responsabilidad por parte de sus protagonistas (fiestas clandestinas, sin ir más lejos), es agradable volver la vista al mundo del deporte aragonés y comprobar que ha comenzado una nueva etapa en la que se han puesto todos los pilares para que cunda el ejemplo y el buen hacer. Es obvio que la seguridad no está garantizada en su totalidad, pero anima comprobar cómo los más jóvenes son los primeros que quieren dejar atrás este año infame. Y hacerlo, además, mediante el ejercicio físico y la competición, con todos los valores que ello acarrea. Con el obvio llamamiento a la cautela y sobre todo a la responsabilidad individual y colectiva (nunca mejor dicho en este caso), demos al deporte aficionado la oportunidad de servir de espejo. Si la nueva normalidad es realmente posible, el deporte tendrá mucho que ver.