La falta de microchips amenaza el empleo
El sector del automóvil prescinde de cientos de eventuales por los paros de producción Figueruelas ha fabricado 11.000 coches menos y algunas auxiliares plantean ya ertes
Una pieza de pequeñas dimensiones está ocasionando un problema de grandes proporciones en la industria mundial. Se trata de los semiconductores, unos microchips que son indispensables para múltiples sectores y productos, desde aparatos electrónicos como ordenadores portátiles, teléfonos o videoconsolas, a coches o ascensores. Por los efectos de la pandemia, se ha roto la cadena de distribución internacional de estos componentes, que se fabrican fundamentalmente en los países asiáticos, lo que está afectando de lleno a las fábricas del automóvil de todo el planeta. También a la de Figueruelas y por extensión a todos los proveedores de la automoción asentados en Aragón, que están teniendo que adaptarse a esta crisis coyuntural con paradas de producción, la salida de cientos de empleados eventuales y la posible aplicación de ertes.
El culmen de esta situación se produjo la semana pasada, cuando la factoría zaragozana de Stellantis (antes PSA) tuvo que interrumpir su fabricación durante cinco jornadas seguidas por las escasez de este componente clave de los vehículos, que se emplea para la gestión del motor, el sistema de frenado o la pantalla de asistencia a la conducción del salpicadero. La planta, en la que trabajan más de 5.500 personas, volvió a la normalidad el turno de noche del pasado domingo, pero esta parada le ha supuesto dejar de producir en torno a 11.000 vehículos de los modelos Corsa, Crossland X y Aircross. La compañía no se descarta que vuelva a repetirse en las próximas semanas.
En esta misma tesitura se encuentra todo el sector a nivel nacional e internacional. La industria del automóvil estima que se han perdido unas 200.000 unidades en Europa y un millón en todo el mundo por los ceses de actividad ligados a la falta de estas piezas. Esta misma semana está previsto que pare la planta de Ford en Almussafes (Valencia) y tres días la planta de Renault en Valladolid, entre otras.
La situación ha llegado a tal punto que ya se están aplicando los primeros ertes en algunas factorías españolas, como la citada de Ford o