Simón apuesta por cerrar las autonomías en Semana Santa
Cree que la situación no está para fiestas ni manifestaciones
Fernando Simón tomó buena nota del nefasto resultado de la relajación de las restricciones en las pasadas navidades. En su comparecencia de ayer, el portavoz técnico del Gobierno en la pandemia, se mostró claramente en contra de permitir los viajes entre comunidades autónomas debido a la actual situación epidemiológica. «Si las condiciones de transmisión no son las correctas para que se pueda tener un poco de apertura, no se debe ni plantear», señaló, antes de puntualizar que él no tiene la última palabra y que habla como «epidemiólogo». Otros responsables políticos y los empresarios pueden tener «otra visión», añadió Simón.
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas negocian desde hace unos días la elaboración de un plan destinado a evitar que el virus se descontrole en Semana Santa como lo hizo a raíz de la Navidad. Aún no se conocen las medidas sobre las que se está trabajando, pero uno de los puntos más delicados será la movilidad entre comunidades autónomas. Todas, salvo Madrid y Extremadura, tienen actualmente las fronteras cerradas, pero la mejoría de los datos puede empujar a varias de ellas a la reapertura, presionadas por los sectores empresariales más perjudicados por los cierres. Por el momento, la mayoría se mantienen a la espera de la evolución de los contagios.
Acostumbrado a ver el vaso medio lleno, esta vez Simón destacó los puntos negros del momento actual. Pese a que el virus ha bajado con rapidez, ahora se está produciendo «una suavización del descenso» que podría estar vinculado a la prevalencia cada vez más importante de la variante británica, dijo.
OCUPACIÓN ALTA EN LAS UCIS El epidemiólogo hizo más hincapié aún en que la ocupación de las ucis sigue siendo muy alta, del 28%, «lo que quiere decir que una de cada tres camas es para un paciente covid». «Es la misma ocupación a la que llegamos en el pico de la segunda ola», el pasado noviembre, recordó. Incluso lo comparó con la situación existente hace un año, cuando en vísperas de las manifestaciones por el 8-M «había 10 enfermos de covid en las ucis» y entre 40 ó 50 casos diarios, frente a los 5.000 actuales. «Y luego vino lo que vino», reflexionó Simón.
«Hace un par de meses se me planteaba si íbamos a poder salvar la Navidad. No se si la salvamos o no, pero lo poco que se pudiera salvar ya hemos observado el impacto que tuvo», explicó en referencia la tercera ola, que ha convertido el mes de febrero en el segundo con mayor número de muertes de la pandemia, 10.528. Su objetivo, dejó claro, no es «salvar fiestas ni manifestaciones», en referencia a las fiestas de Semana Santa y a las posibles movilizaciones por el 8-M.
En el conjunto de España, la incidencia acumulada a 14 días ha bajado a un índice de 175 casos por 100.000 habitantes. Todo un logro. Llevábamos por encima de esta cota desde el mes de agosto. Entre la segunda y la tercera ola no llegó a caer por debajo de los 189 casos. Madrid es ya la única comunidad autónoma que sigue en situación de riesgo extremo, con 284 casos. La ralentización a la que se refirió Simón se observa claramente en los datos correspondientes al pasado fin de semana. La incidencia ha caído a una media de 6 casos al día.