Tiziano derrocha lujuria en una exposición milagro en el Prado
El museo reúne por primer vez desde el siglo XVI las ‘poesías’ del autor
El Museo del Prado reúne por primera vez desde el siglo XVI las escenas mitológicas que Tiziano pintó para Felipe II, sus famosas poesías, unas escenas mitológicas que derrochan lujuria, historias de amor y muerte, y que llegan a Madrid gracias a una exposición histórica que ha conseguido superar los innumerables obstáculos de la pandemia.
Pasiones mitológicas, que se inauguró ayer y se puede visitar hasta el 4 de julio en el Museo del Prado, es «el sueño de cualquier historiador del arte», según palabras de su comisario Alejandro Vergara, que firma la muestra junto al propio director de la pinacoteca, Miguel Falomir, especialista en Tiziano.
Aunque solo está integrada por una treintena de obras, se trata de una exposición histórica por muchas razones. Las seis poesías que Felipe II encargó a Tiziano se ven la cara por primera vez en Madrid desde el siglo XVI: se trata de un conjunto de obras fundamentales para la historia del arte occidental. Hasta hace poco la exposición no hubiera sido posible porque una de las obras, El rapto de Europa, del Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, tenía prohibido salir del país, y otra de las obras de la serie no estaba atribuida. Ambas cuestiones se solucionaron hace unos años y cuando todo parecía estar listo para el proyecto, llegó la pandemia. La muestra, inida cialmente prevista para el año pasado, se pospuso pero finalmente se ha podido realizar.
La exposición reúne en una misma sala los seis cuadros, todo un derroche de lujuria, escenas de amor, desamor y muerte, que Tiziano pintó entre 1553 y 1562 para Felipe II. El monarca le dio manga ancha para que pintara lo que quisiera y el resultado no puede ser más impactante.
Europa a lomos de Zeus convertido en toro, antes de ser violada, Venus tratando de impedir, sin éxito, la muerte de su amado Adonis; Dánae sobre una cama desnu
‘Pasiones mitológicas’ es el «sueño de cualquier historiador del arte», dice su comisario
mientras cae una lluvia dorada de monedas, o Perseo descendiendo de los cielos para rescatar a Andrómeda de un terrible monstruo. Todas son obras de gran formato y con mujeres, desnudas o semidesnudas, como protagonistas.
Tiziano da «lo mejor de sí mismo» en estos cuadros. La mitología era el terreno perfecto para dar rienda suelta a la técnica y a la imaginación, que no solían ser objeto de supervisión por parte de La Inquisición, recuerda Miguel Falomir.
Para convocatorias en esta sección:
eparagon@elperiodico.com