El 64% del empleo destruido es femenino
El año 2020 ha acabado en Aragón con 40.700 mujeres en el paro frente a 34.900 hombres
Las restricciones impuestas por la pandemia van a hacer que la conmemoración del Día Internacional de la Mujer del próximo 8 de marzo sea distinta. No habrá grandes manifestaciones en la calle, pero los colectivos feministas han buscado alternativas para visibilizar la lucha, entre ellas la de vestir algunas estatuas de la ciudad de Zaragoza con ropas moradas.
La crisis provocada por la pandemia del coronavirus tiene rostro de mujer. Así lo constata el informe presentado por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) sobre el 2020. El 64% del desempleo generado por la crisis del coronavirus es femenino, y en Aragón el pasado ejercicio concluyó con 40.700 aragonesas en el paro frente a 34.900 varones. La precarización, la temporalidad, la parcialidad y la asunción de las labores de cuidados -claves en esta pandemia-- han derivado en mayores dificultades laborales para las mujeres. Y aunque la brecha salarial se reduce respecto a la del 2019, desde el sindicato alertan de que es el efecto de la destrucción de los empleos con menor salario, que también suelen ser femeninos.
«La pandemia no ha sido neutra, ha afectado más a los más débiles. Las brechas de género que ya sufrían las mujeres se han profundizado con el covid-19», manifestó el secretario general de CCOO en Aragón, Manuel Pina. Los datos lo demuestran. Seis de cada diez personas que perdieron su empleo el pasado año eran mujeres. Además, en el 2020, la tasa media de paro fue del 11,70% en Aragón, 1,67% por encima del año 2019. Y el dato vuelve a reflejar la brecha de género: 10,09% era la tasa de los hombres y del 13,56%, la de las mujeres.
«La sobrecarga de tareas de cuidados se incrementó durante el confinamiento duro de la pandemia, lo que supuso un aumento del estrés y dejó al descubierto los problemas de conciliación», añadió Elena Pérez, secretaria de la Mujer de CCOO Aragón. «Aunque muchos de los empleos esenciales en la pandemia son trabajos feminizados, se demuestra que las condiciones de trabajo no son tan esenciales», subrayó Pérez.
Así, la parcialidad en los contratos es prácticamente un fenómeno femenino. El 80,94% de las personas que firman un contrato parcial en Aragón son mujeres, 53.500 frente a los 12.600 en los que estampó su rúbrica un hombre. Además, los motivos que llevan a las mujeres a reducir su jornada laboral dejan al descubierto la labor invisible de los cuidados. Según los datos del sindicato, el 30,34% de las mujeres trabajan en una jornada parcial por obligaciones familiares o enfermedad frente al 7,32% de hombres. Más del 71% de las mujeres que tienen reducción de jornada se encuentra en esta situación «de forma involuntaria», según el informe sindical, «al no poder encontrar trabajo a tiempo completo por la atención a las obligaciones familiares, lo que repercute en su salario, cotizaciones y futuras pensiones».
Y aún es mayor la temporalidad que la parcialidad en el empleo femenino en Aragón. El pasado ejercicio se formalizaron en la comunidad 457.933 contratos (256.473 fueron para hombres, el 56%, mientras que 201.460 fueron de mujeres, el 44%). El dato global ya refleja el impacto de la pandemia y del parón en muchas actividades como las vinculadas al sector servicios, con 175.519 contratos menos que en el 2019. Pero de los 201.460 empleos firmados por mujeres, 182.599 fueron temporales. Es decir, 9 de cada 10.
SECTORES FEMINIZADOS $ Según denunció Pina, «a mismo nivel de formación, hay carreras que tienen distinto salario, como es el caso de una ingeniería y las carreras sociales». Además, la distribución del trabajo por sectores de actividad muestra que el 83% del empleo femenino se concentra en el sector servicios (frente al 53,1% de los trabajadores); el 13,1% en industria (frente al 28% de los varones); el 2,1% en agricultura (8,6% de hombres) y el 1,5% en construcción (frente al 10,3% masculino). «Mientras la pandemia en los primeros meses afectó a todos los sectores por igual, con el paso de los meses algunos han recuperado prácticamente la normalidad, como la industria o la construcción, y otros no lo han hecho, como el sector de la restauración y el turismo (servicios), que es donde mayoritariamente se encuentra el empleo femenino», explicó Pina.
Todas estas circunstancias derivan en la brecha salarial y en las pensiones. En Aragón, la salarial se sitúa en el 23,54%; 1,91 puntos por encima de la media estatal y la tercera peor del país, tras Madrid y Asturias. La retribución media de una mujer es de 17.786 euros al año frente a los 23.261 euros que cobra un hombre.
También hay brecha en el sistema de protecciones sociales. Las mujeres cuentan con una tasa de cobertura por desempleo del 55,3%, 5,8 puntos por debajo de la de los hombres. En el sistema de pensiones, una mujer percibe de media 824,65 euros al mes frente a los 1.248,99 euros de un hombre: un 34% menos. Pérez concluyó que las soluciones pasan por «la igualdad salarial, más políticas activas de empleo, planes de igualdad y aumentar el salario mínimo».