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Beatriz Fanjul, de 29 años, será elegida presidenta de Nuevas Generaciones el próximo fin de semana en un congreso El acto abrirá la campaña electoral popular en Madrid
Pablo Casado no se entendería sin Nuevas Generaciones (NNGG), las juventudes del PP. El líder de la oposición presidió la organización en la Comunidad de Madrid entre el 2005 y el 2013, unos años en los que combinó ese cargo con el de diputado en la Asamblea de Madrid, jefe de Gabinete del expresidente José María Aznar y parlamentario en el Congreso.
Casado sabe lo importante que es mimar al partido, tener contentos a los compañeros. NNGG, que en estos momentos cuenta con 35.000 afiliados en toda España, le apoyó a él cuando se enfrentó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias. Y cuando llegó a la cúspide se rodeó de algunos de los amigos que hizo en la cantera: Teodoro García Egea (secretario general del PP), Javier Maroto (portavoz en el Senado), Antonio González Terol (vicesecretario de Territorial) y la propia Isabel Díaz Ayuso (presidenta de la Comunidad de Madrid).
«Mostrar unidad»
El máximo dirigente de los populares se había fijado en el potencial de Fanjul antes de llegar a la presidencia. Tenía planes para ella en NNGG y como diputada, aunque el orden final no fue ese. La política vasca se quedó sin escaño en las generales de abril del 2019, pero lo logró, de manera inesperada, cuando se repitieron en noviembre y gracias al voto del extranjero. Esta sorpresa alteró la hoja de ruta, aunque la meta de Fanjul no se ha movido: «Yo seré lendakari. Quiero servir a los ciudadanos vascos a través de la política», asegura en declaraciones a EL PERIÓDICO. Algunos dirigentes la animan a tomar el testigo cuando Carlos Iturgaiz, actual jefe de filas en Euskadi, lo deje. Ella responde: «No tengo prisa».
Un «verso suelto»
Empezó a acercarse al PP cuando con 18 años acompañó a dos amigos afiliados a una reunión y vio lo difícil que era hacer política en su tierra. «Cada concejal llevaba dos escoltas por la amenaza de ETA», rememora. Le falta una asignatura para acabar Administración y Dirección de Empresas y trabajó en la multinacional Tubacex durante un año y medio.
Los que la han tratado en el Congreso aseguran que puede ser un «verso suelto». Una compañera cuenta que le pidió a Cayetana Álvarez de Toledo que no fuera a Euskadi a hacer campaña en el 2019 y avisó a la dirección nacional de que se hundirían en las autonómicas de julio. Y así fue. Otro parlamentario revela que Fanjul le ha aconsejado a Casado más de una vez que «no hable tanto de las víctimas de ETA» porque parece que las esté «utilizando». Ella no lo desmiente. Parece que, por ahora, no tiene pelos en la lengua.