Virgen del Pilar floral
Antonio Nadal Pería Zaragoza
El equipo de Gobierno del ayuntamiento de el equipo de Gobierno PP-Ciudadanos quiere que Zaragoza deje de ser una ciudad en blanco y negro y ha empezado a embellecerla de colores, en donde las flores cobren protagonismo.
El primer paso ha sido plantar 86.000 tulipanes en el paseo de los Bearneses del Parque Grande. Ahora se anuncia crear el icono de la ciudad, una Virgen del Pilar de cuatro metros de altura y 6.000 kilos de peso que inicialmente se colocará en el Parque Grande pero rotará por todos los barrios.
Me recuerda a las capillitas u hornacinas de madera protegidas por un cristal de distintas imágenes de Vírgenes y santos que todavía van de casa en casa, una costumbre que vimos en nuestra niñez en casa de los abuelos.
Suelen ser mujeres devotas las que se encargan de cuidarlas y trasladarlas de un hogar a otro. Pues ese símbolo zaragozano en la forma de la Virgen del Pilar también se trasladará, no de casa en casa, sino de barrio en barrio.
El símbolo de Zaragoza será pues una especie de jardín vertical y ambulante con una figura moderna de la Virgen del Pilar según Javier Monge, que ha cedido los derechos de su diseño.
La réplica ha costado 13.000 euros más IVA, que no es una cantidad excesiva para una seña de identidad ciudadana, que quieren comparar con el Puppy que está a las puertas del Guggenheim de Bilbao, salvadas las diferencias, supongo. Otro emblema de Zaragoza desde hace nueve siglos es el león como símbolo de fuerza y poder, pero entre la Virgen del Pilar y el león es comprensible que PPCs escoja a la primera.