Compartida con su supuesto ayudante desde la sala VOR, que aceptó su versión
López Toca fueron, sencillamente, escandalosos. Ni una dio el árbitro, siempre inseguro, siempre sobrepasado. Un manotazo de Aday a Sanabria sin castigo, un posible penalti a Adrián ignorado, el saque de esquina más claro de la historia convertido en lanzamiento de puerta, ventajas mal aplicadas, faltas al revés o un descuento ínfimo sacaban de quicio a un Zaragoza maltratado en el que el Toro, que pasaba por ahí, se llevó su tarjeta. Todo bien, José Antonio.
El recital era antológico, pero no nuevo. De hecho, hace apenas tres semanas, la misma pareja protagonizó un escándalo de similares dimensiones en Almería, donde Sagués, desde el VAR, convenció a López Toca de que una clara falta en ataque de Bustinza (Leganés) sobre Maras era, más bien, penalti en la última de una decena de decisiones, como poco, polémicas. Era el minuto 99 y la pena, convertida por Juan Muñoz, privaba a los andaluces de la victoria. Su entrenador estallaría después en la sala de prensa. En el Zaragoza, poco ruido.
En Girona, el dúo la volvió a liar. Eso sí, la segunda parte fue plácida y tranquila. Puede que, incluso, ambos presuman de haberlo bordado o que reciban felicitaciones y parabienes de su comité. El caso es que el Zaragoza, callado y sumiso, fue víctima de un maltrato que, por cierto, no es el primero. No. Ni fue una sola decisión polémica ni se busca coartada a la goleada. Es una cuestión de dignidad.
El empate entre Fuenlabrada y Sabadell mantiene al Zaragoza, de momento, a seis puntos del descenso aunque la distancia puede recortarse hoy en función de lo que suceda en los duelos entre Lugo y Alcorcón en tierras gallegas y en el Castellón-Mallorca.
El punto sumado ayer en el Fernando Torres es más útil para los locales que para los visitantes en la lucha por la permanencia.
Tras varios acercamientos de estrategia de los locales en los que faltó el acierto, el Sabadell rescató oro de un saque de esquina cuando Ozkoidi cazó en la frontal el rechace y le pegó con el alma (0-1, m.17). De ahí al descanso, se mantuvo la dinámica y Mula avisó de nuevo con un libre directo que dio trabajo al arquero.
Estaba obligado el Fuenlabrada a ofrecer algo más si quería puntos y lo hizo en la segunda parte. Le ayudó igualar en los instantes iniciales por medio de Garcés, cuyo tiro a la media vuelta tocó en un defensa antes de alojarse en el fondo de las mallas. Nteka remontó pero Cristóbal desvió un lanzamiento hacia su propia red. El Sabadell aún pudo llevarse el triunfo al final.