A los profesionales menos sustituibles, en detrimento de los más precarios
Hasta 12.000 euros por cada año de retiro pospuesto. El plan Escrivá pretende, por la vía de los premios, tentar a los trabajadores en activo a que alarguen su vida laboral. Para ello contempla dos vías. Una es la de otorgar un 4% más de pensión para toda la vida por cada año que el trabajador decida posponer su retiro. Y la otra, algo más vistosa, es un pago único de entre 4.786 euros y 12.000 euros por cada año de demora en el momento del retiro. No obstante, sería bastante más común la primera cifra que la segunda, pues solo el 3,6% de los actuales pensionistas podrían haber accedido al cobro de esos 12.000 euros si hubieran alargado sus carreras. Frente al 42,5% de los actuales pensionistas, que perciben menos de 700 euros de prestación y que les tocaría un cheque de
En paralelo a los incentivos a la jubilación voluntaria demorada, el Ministerio de Inclusión pretende penalizar el retiro temprano por el que opten por propia iniciativa aquellos trabajadores que todavía no cumplan con la edad mínima de jubilación. Y la vía quiere que sea aumentar los coeficientes reductores de la futura pensión; hasta el 30% en el caso de las carreras de menos de 38 años. De momento, de este planteamiento quedarían excluidos aquellos empleados jubilados de manera forzosa.
Veto a la jubilación forzosa y limites a la parcial. Actualmente hay convenios colectivos que incorporan cláusulas que obligan a un trabajador a jubilarse una vez supera determinada edad. Esto es algo con lo que Escrivá pretende acabar por ley. Y como complemento, también quiere frenar otro recurso que algunos trabajadores utilizan para retirarse de manera anticipada: la jubilación parcial.
Y es que el Ejecutivo sostiene que los trabajadores compactan su jornada y se retiran antes, en vez de trabajar menos durante sus últimos años. Para ello, Escrivá quiere limitar la concentración de jornada a no más del 60% en el primer año.
Los más imprescindibles, los más beneficiados. Las primeras críticas que ha despertado el plan Escrivá para reformular las pensiones es que no es un planteamiento que vaya a afectar a todos los trabajadores por igual. Las voces críticas ven un sesgo clasista en el planteamiento del ministro, pues interpretan que aquellos profesionales dedicados a oficios menos físicos y más difícilmente sustituibles por las empresas podrán beneficiarse en mayor medida de esas tentaciones al retiro tardío. Pues aquellos que estén empleados en gremios más penosos, por un desgaste acumulado, pueden tener más complicado llegar con las fuerzas y salud suficientes para poder plantearse alargar uno o dos años su vida laboral. Otro argumento contrario es que estos incentivos pueden suponer un tapón para las generaciones más jóvenes a la hora de facilitar vacantes disponibles. está demostrando que es lo que va a pasar».
El retraso en la vacunación ha sido «un fallo de Europa», que es la que ha gestionado la compra de la vacuna, dice, aunque la responsabilidad es de todas las administraciones intervinientes, por lo que critica que este asunto «se utilice como un arma política».
Preguntado por las últimas propuestas de reforma del sistema de pensiones anunciadas esta semana por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, el líder de los empresarios considera necesario que se presenten primero a los agentes sociales para llegar a acuerdos. «Me gusta hablar del diálogo social y no del monólogo social», asegura.
Respecto a la renovación del AENC, que recoge la recomendación de patronal y sindicatos en materia salarial y que caducó en el 2020, el presidente de la CEOE señala que no tiene inconveniente en sentarse a negociar, pero que éste «es un año complicado en el que no toca hablar de salarios sino de ver cómo incorporamos a la gente de los ERTE o se crea empleo».
El modelo beneficia