El reto de dar una vida digna a dos millones de ancianos
Los expertos alertan de que la vejez de los ‘baby boomers’ debe ser una prioridad
Hoy por hoy, los abuelos dependientes tienen una realidad muy distinta de los que les relevarán en el futuro. Los que llegan a edades avanzadas lo hacen bastante debilitados pero tienen varios salvavidas que les permiten afrontar esta última etapa. Uno de ellos son los hijos. «Solo el 15% de personas de más de 80 años no tienen hijos, pero en el 2050 serán el 20%», cuenta Spijker. Según sus investigaciones, más del 85% de los cuidadores de los ancianos en España son familiares, y la mitad viven con ellos. «En España, históricamente, los cuidados a los mayores recaen en la pareja, y a partir de los 80 años se encargan de ellos los hijos, o los nietos, especialmente las mujeres», apunta.
Entre las mujeres con empleo, solo el 43% opinan que deben encargarse de sus padres dependientes, mientras que las que están en
% de los mayores de 80 años sobre los mayores de 65 años paro son el 60% las que lo creen. Esto demuestra, además, la situación que se vivió durante la crisis económica, cuando muchos optaron por cuidar de los padres y vivir con su pensión. Spijker prevé que en los próximos 20 años muchos ancianos no tendrán hijos que se hagan cargo, y de tenerlos, muchos no querrán hacerlo.
A la falta de hijos, una figura gana más peso: los cuidadores informales. Suelen ser mujeres (normalmente inmigrantes) que trabajan sin contrato, que no forman parte del entorno familiar de los ancianos pero que ejercen de cuidadoras, en algunos casos viviendo con ellos. No suelen cotizar para la Seguridad Social, y están enormemente desprotegidas, pero han salvado los cuidados de muchos ancianos. «Podríamos pensar que las migraciones salvarán el sistema de cuidados, pero vemos claramente que no habrá suficientes personas para este trabajo teniendo en cuenta el alto número de personas a cuidar».
Otro colchón fundamental de los ancianos son los ahorros y la vivienda. Entre los abuelos de la próxima década habrá mucha desigualdad. «Habrá personas que habrán cotizado y tendrán buenas pensiones. Pero habrá otros que estarán sujetos a las subidas del alquiler, que hayan estado en paro muchos años y tendrán pensiones muy bajas, y aquí sí que habrá grandes dificultades para contratar cuidadores o pagar residencias. Y aquí está el rol de los gobiernos. «Tendrán que invertir mucho dinero», pide Spijker.