El cruce de ataques entre Israel y Siria tensiona Oriente Próximo
Un misil tierra-aire sirio estalla en el sur del país cerca de un centro de investigación nuclear hebreo El Ejército israelí responde con fuego de artillería desde el territorio ocupado de Altos del Golan
En la mayoría de hogares israelís, la población duerme tranquila mientras sobre sus cabezas, en los cielos, se vive una tensa noche. El lanzamiento de un misil tierraaire sirio que explotó en Dimona, al sur de Israel, la madrugada de ayer ha desencadenado la respuesta del Ejército hebreo hacia el país árabe. Los ataques cruzados entre ambos territorios tienen lugar en un contexto de escalada de tensiones después de que Irán, fiel aliado del presidente sirio, Bashar al Asad, prometiera «venganza» tras el sabotaje de su planta de enriquecimiento de uranio supuestamente por parte de Israel.
Dimona es una ciudad israelí del desierto del Néguev. Situada a apenas 35 kilómetros del excepcional Mar Muerto, también guarda otro conocido secreto: es el hoen gar del Centro de Investigación Nuclear del Néguev.
A pesar de que Israel siempre ha seguido una política de «ambigüedad nuclear» y nunca ha revelado su arsenal atómico, los expertos aseguran que dispone de entre 100 y 300 ojivas nucleares. En el reactor nuclear de alto secreto de Dimona, al sur del país, es donde se desarrollan.
Las Fuerzas de Defensa Israelís (IDF, por sus siglas en inglés) han descrito el proyectil como un misil tierra-aire, generalmente usado para la defensa aérea contra aviones de combate. Por ello, han asegurado que podría tratarse de un proyectil errante. Aunque su caída a 300 kilómetros de Damasco es sospechosa. Es una distancia demasiado larga para un misil tierra-aire que ha sido disparado de forma errática. Su lanzamiento ha hecho sonar las sirenas en la zona pero no ha habido ni heridos ni daños físicos en Israel.
«En respuesta, atacamos la batería desde la que se lanzó el misil y baterías adicionales tierra-aire Siria», señalaron a través de Twitter las IDF. Según la agencia estatal siria SANA, el fuego israelí procedió del territorio ocupado Altos del Golán «hacia posiciones en las cercanías de Damasco» en las primeras horas de ayer, dejando cuatro soldados heridos, además de «algunas pérdidas materiales», a pesar de que las defensas antiaéreas sirias lograron interceptar y derribar la mayoría de estos proyectiles «hostiles» lanzados contra las inmediaciones de la capital del país árabe.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) ha declarado que se pudieron escuchar fuertes explosiones en el área de Dameer, al este de Damasco, donde un número indeterminado de misiles impactó contra una base aérea de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad. Los ataques, aseguraron, destruyeron las baterías de defensa aérea en el área de Dmeir, donde se sospecha que se almacenan armas de milicias leales a Irán.
Irán, fiel a Asad, prometió vengar el supuesto sabotaje israelí a una planta
«OPERACIÓN CIBERNÉTICA» Los enfrentamientos entre países vecinos tienen lugar en un clima de tensión en la región. Muchos culpan de la escalada al gran aliado regional Al Asad en Siria: Irán. Desde el país persa, se acusó a Israel de los recientes ataques a sus instalaciones nucleares, sobre todo del sabotaje a la planta nuclear de Natanz del pasado 11 de abril. Israel no ha reconocido su papel, pero los medios en el país persa alegan que fueron los servicios de seguridad israelís los que llevaron a cabo una «operación cibernética».
En respuesta, Irán ha declarado su intención de aumentar el enriquecimiento de uranio al 60%. Estos ataques cruzados sobre el terreno complican los intentos diplomáticos, liderados por EEUU, para reactivar el pacto nuclear con Irán. Siria se ha convertido en un territorio de enfrentamiento indirecto entre potencias rivales que se acusan de querer destruirse mutuamente.
Es una rareza –y un signo del aumento de la tensión– el reconocimiento del lanzamiento por parte de las IDF. Aunque han llevado a cabo centenares de ataques en Siria, rara vez se han reconocido de forma pública.