En la SER, crecieron las expectativas de participación en casi un punto
En las campañas electorales suelen producirse dos tipos de eventos democráticos: los programados, como las entrevistas o debates, y los inesperados, como el anuncio de un nuevo candidato, un gazapo o una medida estrella. Los últimos, por inesperados, suelen provocar shocks de amplitud variable con el potencial de trastocar las oportunidades de éxito de cada partido en unas elecciones y, por lo tanto, el gobierno resultante.
Lo que ocurrió ayer no solo es evento político inesperado, sino que es antidemocrático. Esto provoca que el potencial de la amplitud del efecto sea mayor que en otros casos. Según las predicciones de los expertos de Agenda Pública, el gobierno de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos se ha disparado del 23% al 36% de probabilidades, 13 puntos más que el jueves.
Esto convierte al tripartito de izquierdas en el segundo gobierno más probable de estas elecciones detrás del gobierno del PP en solitario, que es un 42% probable. La contrapartida es el descenso de expectativas de la coalición de PP y Vox, que baja nueve puntos, hasta el 16% de probabilidad. También lo hace el gobierno de PP en mayoría, que pasa del 7% a menos de un 1%.
Más que de transferencias entre partidos, estas elecciones van sobre la abstención diferencial que hacen los electores de zonas predominantemente de izquierdas de Madrid, que son menos proclives a votar. Por eso, si se produce un aumento de la participación general, sobre todo tras un evento tan significado como el de ayer, lo lógico es que este aumento sea asimétrico, es decir, atribuible a la movilización de la izquierda. Las expectativas de participación han subido casi un punto, llegando al 67,8%. Dependiendo de cuántos días reverbere en los medios el shock de ayer y cuánta atención de los ciudadanos acapare, lo esperable es
Tras la bronca
que la participación siga creciendo en los próximos días.
Cuando un evento político como este cambia el marco discursivo, los partidos a los que el nuevo tema les es perjudicial hacen todo lo posible por cambiar la atención hacia otro asunto. El PP, que hasta ayer contaba con amplias probabilidades de sumar una mayoría, es el principal interesado en cambiar el foco. El problema es que decidió ir a un solo debate. Y ahora se reducen las opciones de Ayuso de provocar un giro temático que haga olvidar al votante el escoramiento de su principal socia, Rocío Monasterio.