Una T compuesta por puntos que recuerdan los distintivos de los 80
para los próximos 100 años y será la enseña que nos identifique en este trayecto que ya hemos emprendido», añadió.
La primera teleco de España cumplirá cien años en el 2024, por lo que le quedan tres años para «culminar» su «transformación», según Pallete. Un tiempo durante el cual pondrá en marcha nuevas acciones como, por ejemplo, decir adiós a la red de cobre que la compañía comenzó a desplegar en 1924 y sentar las bases del 5G con la subasta de la banda de 700 megahercios que se producirá en los próximos meses.
En este sentido, el primer espada de la multinacional volvió a insistir en su convencimiento de que «el mercado terminará recogiendo el valor intrínseco de la compañía» después de todos los cambios que está realizando, en relación a la valoración bursátil de la empresa. «Estamos dedicando nuestros esfuerzos a construir una nueva Telefónica y hacer aflorar el valor de nuestros activos», dijo Pallete tras las preguntas de algunos socios.
Ultima, así, todos los cambios para estar a punto cara a una «nueva época» protagonizada por la tecnología que ha acelerado su presencia con la pandemia del coronavirus. Un tiempo en el que cada vez hay más información almacenada y nuevas tecnologías como el Internet de las Cosas, el Blockchain, la computación en la nube, los algoritmos, el reconocimiento de voz, lectura e imágenes, la impresión en 3D o la Inteligencia Artificial, que vendrán de la mano de telecomunicaciones de última generación como la fibra y el 5G. Y en la que las redes serán «potentes, veloces y de gran capacidad».
«Tenemos una gran oportunidad como país y soy muy optimista respecto al futuro», dijo. No obstante, Pallete recordó que todavía «no hay unas reglas de juego transparentes y definidas». «Esta revolución tecnológica ha creado un nuevo factor de producción que son los datos. Nuestros datos son parte de nuestra dignidad; no pueden ser expropiados sin nuestro consentimiento consciente y explícito». «Somos dueños de nuestra privacidad y tenemos el derecho a saber quién y para qué se usan nuestros datos individuales. Tenemos derecho a saber lo que valen y decidir soberanamente si queremos que se usen o no», advirtió.