20 millones de casos de covid y 219.000 muertos barren la India
La pésima gestión de la pandemia castiga al partido populista de Modi
La India sigue en la rutina de los récords diarios de contagios, devastado su sistema sanitario y esperanzada en que la masiva campaña de vacunación y la ayuda internacional mitiguen la tragedia. Ayer informó de 368.000 nuevos casos, el duodécimo día consecutivo con más de 300.000, que empujan el total hasta 19,93 millones.
Los 3.427 muertos del domingo eleva a éstos a 218.959, solo por detrás de EEUU y Brasil.
Las cifras oficiales son un reflejo vago de la realidad. No son un puñado de casos bajo el radar ni el maquillaje contable de todos los gobiernos. Los expertos temen que los números multipliquen los oficiales por cinco o diez porque la saturación de los laboratorios de las grandes ciudades ha bajado su ritmo de análisis y en las zonas rurales muchos enfermos mueren en casa y no se registran.
Muchos hospitales carecen de camas y oxígeno, los familiares buscan en el mercado negro e internet medicinas elementales, piras levantadas en parques y aparcamientos ayudan a los hornos crematorios a lidiar con los cadáveres. El capítulo trágico se completó el fin de semana con 18 muertos en el incendio de un pabellón para enfermos de covid. Otros 12 murieron en un hospital de Delhi al agotarse el oxígeno.
La India amplió el sábado la vacunación a todos los adultos en una campaña que supone un mayúsculo reto logístico incluso para la «farmacia global». El Gobierno inmunizó a un centenar de millones de personas en tiempo récord pero el camino en el segundo país más poblado del mundo, con 1.300 millones de habitantes, es largo y pedregoso. Solo el 10% de los indios han recibido una dosis y solo el 2% cuenta con la segunda.
La India salió de la primera ola con menos daños de los temidos y se ha hundido en la segunda. Contribuyó el precipitado triunfalismo del Gobierno de Narendra Modi, que levantó las prohibiciones a los eventos deportivos, religiosos y políticos. La calamitosa gestión del populista y ultranacionalista Modi está castigando su reputación. Su partido perdió el fin de semana las elecciones en el estado de Bengala Occidental, importante por sus 90 millones de habitantes, y en Calcuta.