CaixaBank gana 4.786 millones por la fusión
Gortázar lo explica por un efecto contable y anuncia «margen» para suavizar el ere
CaixaBank ganó 4.786 millones de euros hasta marzo, frente a los 90 millones de un año antes. La gran diferencia responde a un beneficio contable por el precio pagado por Bankia: le costó 5.314 millones (ampliación de capital para el canje de acciones) hacerse con su patrimonio neto (13.088 millones), lo que tras unos ajustes a la baja en el valor de los activos (3.474 millones) dejó lo que se conoce como un fondo de comercio negativo (badwill) de 4.300 millones, que se ha apuntado como ganancias.
Su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, subrayó ayer que la normativa obliga a contabilizar dicho badwill como beneficio para poderse apuntar todo el capital de Bankia, pero que ello no implica que tenga un beneficio real mayor para pagar el ere. Así, el coste del mismo reducirá el capital en unos 2.290 millones por los gastos de reestructuración de la fusión (no solo del ere), a un aún alto 12% gracias en buena medida al exceso que reservaba Bankia para pagar 1.790 millones de dividendo extraordinario a sus accionistas (61,83% para el Estado).
El ejecutivo, asimismo, se mostró confiado en que CaixaBank no sufrirá un impacto reputacional por las pérdidas contables que la fusión causará en un primer momento al Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada
Bancaria, como adelantó El Periódico de Catalunya: «La inversión pública en Bankia valía [en bolsa] 2.000 millones antes de que se filtrasen las negociaciones y ahora vale 3.500 millones». Debido a que el FROB ha pasado de controlar Bankia a tener un porcentaje minoritario en CaixaBank, debe cambiar su forma de contabilizar su participación, lo que le provocará unos 5.000 millones de números rojos.
Gortázar también aseguró que el grupo tiene «margen» para mejorar las condiciones del ere (7.791 salidas por el momento) y se mostró confiado en que los sindicatos también. Así, afirmó solo contemplar llegar a un acuerdo a finales del trimestre para que las salidas se produzcan en entre seis y 12 meses. Es necesario, sostuvo, para afrontar el «duro entorno» de menor uso de las oficinas y de cinco años más de tipos bajos.
CaixaBank, añadió, «escucha» al Gobierno, después de que la vicepresidenta Nadia Calviño criticase públicamente las cifras de ajuste, pero sus gestores, advirtió, siguen «comprometidos con lograr en cualquier escenario» el recorte de costes anual de 770 millones anunciado. Además, recordó que el 99% de los accionistas (incluido el Estado) aprobó la fusión a sabiendas de que habría un ere: «Ya anunciamos que habría sinergias, a nadie se le oculta».