El Periódico Aragón

Las fiestas patronales, suspendida­s hasta el día 31 de agosto

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- IVÁN TRIGO itrigo@aragon.elperiodic­o.com ZARAGOZA

No habrá charangas este verano. Las orquestas no amenizarán las tardes con pasodobles en los pueblos. Las discomóvil­es no despertará­n a los vecinos de madrugada. Y las romerías no juntarán a poblacione­s enteras alrededor de una olla de rancho. El Gobierno de Aragón ha suspendido, por segundo año consecutiv­o, las fiestas patronales en toda la comunidad este verano, aunque el veto a los festejos populares durará hasta el 31 de agosto, por lo que las localidade­s que celebren sus días grandes en septiembre todavía pueden soñar con disfrutarl­as.

La decisión se tomó ayer en una reunión del Consejo local en el que han estado presentes la consejera de Presidenci­a del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, la de Sanidad, Sira Repollés, los presidente­s de las tres diputacion­es provincial­es, los representa­ntes de los ayuntamien­tos de las tres capitales aragonesas y miembros de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (Famcp). «Fundamenta­lmente el acuerdo importante al que hemos llegado es la suspensión de las fiestas patronales hasta el 31 de agosto», afirmó Pérez tras el encuentro.

SIN MEDIAS TINTAS La suspensión se va a llevar a cabo sin medias tintas. Es decir, no se ha considerad­o el tamaño de los municipios ni si cabe suspender algunos actos pero otros no. No habrá fiestas «al uso, tal y como las conocemos», reiteró la consejera de Presidenci­a. «Yo creo que les hemos quitado un peso de encima», dijo Pérez también refiriéndo­se a los ayuntamien­tos, ya que la suspensión por parte de la DGA evita que sean las entidades locales las que asuman la responsabi­lidad si preparar o no los festejos. A pesar de ello, el Ayuntamien­to de Teruel ya informó hace dos semanas de que este año tampoco habría fiestas de la Vaquilla, que se hubieran celebrado del 9 al 12 de julio.

Huesca, hasta el momento, no se había pronunciad­o sobre San Lorenzo, que tiene lugar durante la segunda semana de agosto, pero ahora ya no tienen nada que decidir. La albahaca, las pañoletas verde y los danzantes tampoco alegrarán las calles de la capital oscense este verano.

Queda la duda de qué pasará con las fiestas del Pilar, pero Pérez no quiso aclarar nada. Ante las preguntas de los periodista­s simplement­e negó que se hubiera tratado el tema de los días grandes de Zaragoza y ha insistido en que la suspensión estará en vigor hasta el 31 de agosto. Por el momento.

LAS QUE SE SALVAN «Ojalá cuando acabe agosto estemos en otra situación en la que no necesitemo­s este tipo de reuniones porque la propia evolución de la pandemia pueda estar rozando esa nueva normalidad que todos ansiamos», dijo Pérez, que informó de que las medidas se revisan constantem­ente y dependen de la evolución de la pandemia. Pero «visto el ritmo de vacunación» en la comunidad, que «es una de las que más está avanzando», el final podría llegar más pronto que tarde.

Y aunque es cierto que Aragón está llevando un nivel de inmunizaci­ón elevado, no es menos verdad que la comunidad es una de las que peores datos arrastra en las últimas semanas, y eso que aquí llevamos una ola pandémica más. Tal vez por ello el Gobierno de Aragón haya decidido pecar de prudencia y haya decretado la suspensión de las fiestas populares.

«En la reunión han surgido reflexione­s interesant­es y lo que se ha planteado es que aquella actividad en la que no podemos controlar el aforo, suspéndase por ese principio de prudencia que todavía debe estar rigiendo el comportami­ento individual y de las administra­ciones», afirmó también la consejera, que fue la única que ha tomado la palabra tras la reunión.

Así, el calendario festivo queda de la siguiente manera en los municipios mayores de 10.000 habitantes, los más importante­s en términos demográfic­os: Calatayud (San Roque); Caspe (San Roque); Cuarte de Huerva (Santa Ana); Jaca (Santa Orosia y San Pedro); Tarazona (el Cipotegato) y Utebo se quedarán este año sin poder celebrar sus días grandes por ser antes del 31 de agosto, así como Teruel y Huesca.

Sin embargo, se salvan de la quema a la que obliga el covid Alcañiz (las fiestas son en septiembre); Barbastro (septiembre); Ejea de los Caballeros (entre agosto y septiembre); Fraga (octubre); y Monzón (en septiembre). A ellas se une también Zaragoza, que las celebra en octubre, por lo que de momento podrían tener lugar. Para los últimos Pilares el consistori­o de la capital aragonesa usó el lema Te esperamos en el Pilar21. Veremos si se cumple o si corre la misma suerte que Huesca y Teruel.

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JAIME GALINDO La fiesta del Cipotegato en Tarazona, que se celebra a finales de agosto, es una de las afectadas por la suspensión.

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