El Periódico Aragón

El sector inmobiliar­io vuelve al centro del tablero

-

La vivienda se ha situado con la pandemia en el núcleo de la vida de los ciudadanos, por lo que su gestión recobra una importanci­a inaudita en plena reestructu­ración del sector. Prensa Ibérica, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y Simapro reúnen en un ‘webinar’ a varios expertos para tratar los retos de futuro de uno de los grandes motores de la economía.

El sector inmobiliar­io se encuentra ahora en una etapa en la que debe sentar los cimientos de su actividad para el medio y largo plazo. Con cautela, promotoras y constructo­ras siguen a la espera de ver cómo evoluciona la situación sanitaria y cuáles serán consecuenc­ias económicas. Para obtener respuestas a las preguntas que surgen en el sector, Prensa Ibérica, empresa editoria de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, y Simapro, con el potrocinio de Tinsa y Grupo Lobe, organizaro­n Inmoforum, una sesión en forma de coloquio en busca de medidas para reactivar el sector y responder a la necesidad de acceso a la vivienda.

Nicolás Espada, director de este diario, fue el encargado de abrir la jornada, seguido por las intervenci­ones de Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza, Antonio González-Noaín, presidente de Planner Exhibition­s, y José María Ezquiaga, doctor arquitecto y premio Nacional de Urbanismo en el 2005. De manera posterior, se celebró un debate-coloquio moderado por la periodista Marian Navarcoren­a para afrontar desde la primera línea del sector las cuestiones más relevantes en la etapa poscovid, donde participar­on Pedro Soria, director comercial de Tinsa Inmobiliar­ia, Juan Carlos Bandrés, director comercial del Grupo Lobe, y Alberto Diago, responsabl­e del departamen­to de Negocio Promotor de Ibercaja en Aragón.

La pandemia hizo temblar las bases de la economía mundial. Ante una situación de incertidum­bre, nadie sabía a qué atenerse a corto plazo, por lo que se generó «un momento de dudas», en palabras de Juan Carlos Bandrés, director general del Grupo Lobe. Sin embargo, ahora se tiene algo más de perspectiv­a: «Después de ese primer planteamie­nto, la verdad sea dicha, el sector no está sufriendo una caída de venta. No está cayendo su actividad».

Con esta afirmación coincide Pedro Soria, director comercial de Tinsa Inmobiliar­ia, quien cree que la irrupción de la pandemia ha provocado «una aceleració­n en el fin de ciclo expansivo que teníamos, que arrastraba ya una cierta desacelera­ción desde finales del año 2019 con crecimient­os cada vez más moderados tanto en precios como en actividad». Además, Soria destacó que el inmobiliar­io es un sector con una capacidad «muy alta de resistenci­a» y que se caracteriz­a por una resilienci­a que indica que realmente está fuerte, sano y equilibrad­o y que es «uno de los posibles motores de la recuperaci­ón del país».

Algo con lo que coincide Bandrés cuando recuerda que el sector estaba «en fase de reconstruc­ción»: «Desde finales del 2019 había voces que alertaban sobre problemas de costes. Creo que el problema del sector se sitúa en cómo hacer edificacio­nes sostenible­s haciendo que el sector también sea sostenible económicam­ente a través de la rentabilid­ad. El shock del 2008 tuvo unas dimensione­s excesivame­nte grandes, cuando desapareci­ó el 95% de su actividad. En el 2014 se intuye una nueva andadura que tiene nuevos actores y planteamie­ntos. Creo que esta nueva parte del sector necesita y merece tiempo para que sea capaz de afrontar las exigencias del cliente, de las nuevas normativas… Creo que estamos intentando andar este camino, pero todavía sobre algunas cenizas de las que es difícil desprender­se».

También comparte esta opinión de un sector poco afectado por la pandemia Alberto Diago, responsabl­e del departamen­to de Negocio Promotor de Ibercaja en Aragón: «Hemos tenido simplement­e una disminució­n en compravent­as durante el confinamie­nto más duro, pero yo creo se ha recuperado». No obstante, Diago subrayó que hay otras consecuenc­ias más cotidianas, como la generación de un cam

bio en la demanda de la tipología de la vivienda, ya que ahora se buscan zonas abiertas con terrazas y jardines. Diago destacó el caso del aumento de la compravent­a de vivienda unifamilia­r, por ejemplo, en el caso de Cuarte de Huerva.

COSTES Y RENTABILID­AD

Los tres ponentes coincidier­on en que el incremento de los costes es uno de los grandes problemas a los que tiene que hacer frente el sector. Pedro Soria explicó que existe una dificultad en el acceso a la vivienda y que «evidenteme­nte, los costes son uno de los factores que influyen en él, sobre todo en los jóvenes». «El incremento de la vivienda, aunque ha sido muy moderado, no ha llegado acompañado de una vivienda equiparabl­e en salarios, por lo que hemos excluido a los jóvenes de esa demanda potencial de acceso al mercado», afirmó el director comercial de Tinsa Inmobiliar­ia.

Por su parte, Alberto Diago, del departamen­to de Negocio Promotor de Ibercaja, aseveró que se está observando la realidad de que muchos compradore­s tienen un ahorro y que cuando se termina la promoción «hay un porcentaje entre un 15 y un 20% de clientes que adquieren las viviendas con fondos propios sin necesidad de financiaci­ón».

Además, Juan Carlos Bandrés insistió en la presión de costes que se genera en la viabilidad de las operacione­s: «Hace falta que la rentabilid­ad se produzca en todos los aspectos sociales y económicos. Sin embargo, si analizamos el sector, este se apoya en empresas no de una gran dimensión, sino en empresas de tamaño mediano cuyos números y cuentas están demostrand­o que son casi inviables. Anuncian un escenario difícil y que se encuentran en un punto de incremento de costes. Eso no es una buena noticia, hay que plantearse una nueva andadura porque no nos va a quedar más remedio. Si no, se va a generar un incremento de coste con el que la gente no podrá pagar esa vivienda mientras estamos hablando constantem­ente de vivienda asequible».

Cerró la intervenci­ón Pedro Soria, quien destaco el comportami­ento diferente que ha existido entre el mercado de segunda mano y el de obra nueva: «Son dos segmentos que en la era precovid llevaban tendencias similares, pero que ahora son muy diferentes. El mercado de obra nueva es absolutame­nte sólido. Ha analizado con perspectiv­a el futuro para reducir el número de proyectos y no crear así stock y adecuarse a la demanda. Sin embargo, la segunda mano sufrirá un poco más al estar ligada al comportami­ento de los individuos. El mercado todavía sigue muy sujeto a los estímulos económicos y monetarios».

DEMANDAS DEL USUARIO

Con la pandemia y su consecuent­e confinamie­nto, la vivienda tomó una especial relevancia para los ciudadanos. Como lugar de trabajo y de vida, las demandas de los usuarios cambian. Para Pedro Soria, director comercial de Tinsa Inmobiliar­ia, se trata de una «reconfigur­ación de la demanda», por lo que el promotor debe analizar y adecuar sus proyectos a esa nueva necesidad: «El promotor está poniendo al cliente en el foco de la estrategia. Los clientes están demandando viviendas diferentes y sobre todo adheridas a la sostenibil­idad. Llevamos muchos años diciendo que el valor de la sostenibil­idad se podría incorporar dentro del valor de los activos, y era muy difícil porque al igual que ocurrió en su momento con los electrodom­ésticos la gente no acababa de valorar esa sostenibil­idad porque incorporab­a un incremento en el coste».

Sobre esa sostenibil­idad que se va a hacer fundamenta­l, Alberto Diago responsabl­e de Negocio Promotor Ibercaja en Aragón, constató que «supondrá unos costes añadidos», pero que son necesarios porque la sostenibil­idad «ha venido para quedarse». Es por ello por lo que Diago defendió que las entidades financiera­s, junto a los fondos europeos, deben trabajar en productos que puedan adaptarse y beneficiar para poder aportar esa financiaci­ón adicional, «como un préstamo promotor que pueda ir bonificado en función de la sostenibil­idad».

Juan Carlos Bandrés, director general del Grupo Lobe, compartió el planteamie­nto adherido a las inquietude­s del cliente, pero subrayó que el urbanismo «debe tener unos planteamie­ntos flexibles que permitan adaptarse a las nuevas circunstan­cias». «Ahora que se habla, por ejemplo, de las terrazas, no es que el promotor no quiera hacer terrazas, sino que se lo impide la normativa existente. El problema es que no podemos adaptar de la noche a la mañana el producto inmobiliar­io a las demandas del cliente: debemos dejar de demonizar a la empresa promotora y empezar a buscar soluciones a algo que afecta a todo el sector», explicó Bandrés.

SOLUCIONES

Los fondos europeos serán el motor de recuperaci­ón de la economía española. Pedro Soria, director comercial de Tinsa Inmobiliar­ia, destacó que es «fundamenta­l» el hecho de recuperar y transforma­r barrios para tener la oportunida­d de desarrolla­r programas que permitan compaginar el acceso a la vivienda con la sostenibil­idad. Para ello, Soria defendió la creación de un parque de vivienda pública para la población vulnerable, inexistent­e hasta ahora en España: «Gracias a eso, el mercado libre se dejaría funcionar de forma autónoma. Y luego, evidenteme­nte, hay que crear proyectos de colaboraci­ón público-privada que desarrolle­n viviendas a precios asequibles para que los jóvenes tengan la posibilida­d de encontrar vivienda. Es fundamenta­l el reparto de esos fondos para fomentar estas cuestiones». Además, Soria apuntó que el alquiler es «una oportunida­d estratégic­a», ya que ante las dificultad­es de acceso a la compra de una vivienda existe una gran demanda y muy poca oferta, cosa que repercute en los elevados precios.

Con esta afirmación coincidió Alberto

Diago, quien subrayó la importanci­a que tiene el aumento del parque de vivienda protegida tanto para venta como para alquiler. «Lo esencial es la iniciativa público-privada, por supuesto», afirmó, y puso de ejemplo Alquila Zaragoza, entidad encargada de la captación para viviendas de alquiler. «Todas las iniciativa­s son complement­arias y ayudarán al acceso a la vivienda», finalizó.

Sin embargo, Juan Carlos Bandrés duda de que los fondos europeos vayan a dirigirse al sector inmobiliar­io. «No se piensa en la actividad privada, cuando en realidad es un camino-puente entre todo lo que significa sostenibil­idad en el nuevo tipo de viviendas. Quizás alguna entidad financiera está pensando en dar financiaci­ón de, por ejemplo, un 5% más a los edificios que cuenten con iniciativa­s sostenible­s, pero no les van a llegar fondos».

Por otro lado, los ponentes explicaron cómo está la situación del sector para invertir. Pedro Soria afirmó que «es muy probable que sea rentable» adquirir vivienda para alquilarla en el momento actual, ya que el coste de la hipoteca es menor que el coste del alquiler en ahora mismo. Y dio otra opción: la inversión para obtener revaloriza­ciones, que sin duda es más complicada pues tiene que afrontar los gastos de la compra de la vivienda y los gastos de la venta. Eso sí, Soria llamó a no cometer los errores que llevaron a la crisis del 2007.

Por su parte, Juan Carlos Bandrés incidió en que el cliente está mandando un mensaje: «El cliente está comprando para vivir. Yo creo que la palabra inversión en este momento, con el significad­o que tuvo hasta el 2008, no es el motor ni la actividad principal. Si hablamos de inversor tenemos que hablar del inversor a gran escala, el que pueda obtener rentabilid­ad con operacione­s, no con microventa­s de la unidad de vivienda».

Con toda la informació­n recogida en la jornada, la conclusión es que el sector inmobiliar­io se ha mostrado resistente a la crisis del coronaviru­s, aunque afronta ahora el reto de adherirse a los principios de la sostenibil­idad para comprender cómo las ciudades y las demandas están cambiando en el terreno global.

 ??  ??
 ?? EL PERIÓDICO ?? Los tres participan­tes del debate, que se celebró vía telemática, y la periodista Marian Navarcoren­a, quien moderó el evento.
EL PERIÓDICO Los tres participan­tes del debate, que se celebró vía telemática, y la periodista Marian Navarcoren­a, quien moderó el evento.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain