Linamar reflota su actividad con dos contratos con Audi y Bosch
Supondrán unos ingresos de unos cinco millones de euros al año
Linamar (antigua Alumalsa) comienza a estabilizar su rumbo. La planta de fundición de aluminio anunció este miércoles dos nuevos contratos con Bosch y Audi
Volkswagen que permitirán mantener los 380 trabajadores que tiene su plantilla en Zaragoza. La noticia se produce unos meses después de la aplicación de un expediente de regulación de empleo (ere) que afectó a 180 empleados, en noviembre del 2020, debido a la caída de la facturación en los últimos dos años.
La firma de estos contratos aportarán más de 5 millones de euros al año, lo que permitirá reflotar la situación y coger algo de aire en el mercado. La factoría, que redujo sus ingresos de los 93 millones de hace dos años a los 53 de 2020, perdió la mitad de su platilla en ese periodo.
El propio presidente del grupo Linamar, Sam Cocca, mantuvo un encuentro en Zaragoza con el consejero de Industria, Arturo Aliaga, en el que le comunicó que producirá piezas para Bosch y Audi-VW, un cliente este último con el que la compañía no trabajaba desde hace más de una década. Cocca reafirmó el compromiso de mantener la actividad y apostar por la fábrica de La Cartuja.
En concreto, la fábrica de Linamar Zaragoza producirá los ejes de equilibrado para los motores de la planta de Audi en Hungría. Serán unas 600.000 unidades al año, según apuntó el director de Operaciones de la factoría, Luis Arruga. Además, fabricará componentes para frenos de vehículos eléctricos de las marcas Daimler y Tesla, entre otros. La multinacional ya es Tier 1 para fabricantes como Renault, Daimler, Ford y Audi.
En este sentido, la multinacional canadiense anunció la intención de diversificar en mayor grado su producción, con la fabricación de piezas de aluminio para vehículos eléctricos e híbridos, en los que «la reducción del peso es cada vez más importante dado el incremento que en este campo están experimentando las baterías, cada vez más grandes para lograr una mayor autonomía».
En 2020, la pandemia, la caída de ventas de la automoción, los cambios tecnológicos por la introducción de las nuevas tecnologías, la movilidad eléctrica, la crisis del diésel y la pérdida de uno de sus principales clientes, LLMZ, llevó a la planta de Zaragoza a una grave crisis. Esta situación llevó una reorganización, lo que llevó a la palnta a formar parte de la nueva división LEU, como una de las 20 plantas productivas del grupo en el continente, indicó la compañía.