Ricciardo se encuentra con el triunfo en Monza
El australiano ganó una carrera protagonizada por el choque entre Verstappen y Hamilton para calentar al máximo el final del Mundial
El Mundial de F-1 llega a su recta final muy caliente, con Verstappen y Hamilton declarándose la guerra después de acabar el GP de Italia antes de hora. Ambos protagonizaron un impresionante choque, del que afortunadamente salieron ilesos, y así favorecieron el primer triunfo de Daniel Ricciardo con McLaren y el octavo de su carrera deportiva. El australiano no ganaba una carrera desde el GP de Mónaco de 2018.
Con los líderes fuera de combate, la batalla por el triunfo en Monza fue trepidante, pero los McLaren mantuvieron la iniciativa pese al acoso de Sergio Pérez y Valtteri Bottas, protagonista de una gran remontada, que le llevó al podio después de que el mexicano fuera sancionado. Charles Leclerc y Carlos Sainz, sexto, terminaron a la estela de Mercedes, y Fernando Alonso finalizó octavo.
El incidente entre Verstappen y Hamilton acabó con el primero con una penalización de tres posiciones para el Gran Premio de Rusia. Hamilton aseguró que el neerlandés «sabía lo que iba a pasar» y provocó el choque porque «no quería ceder». Versión muy distinta a la de su rival, que culpó al británico del choque entre ambos al afirmar que el siete veces campeón del mundo fue «hacia la izquierda» para estrangularle y hacerle «ir fuera». El caso es que ambos salen de la carrera de Italia con un cero, aunque los dos puntos adicionales de la Sprint Race permiten al piloto de Red Bull llegar a la próxima carrera de Rusia con 5 puntos de ventaja.
La salida en Monza fue espectacular, con Ricciardo sorprendiendo a Verstappen y colocando a su McLaren en primera posición. En la vuelta 23 de 53 empezó el baile de paradas, que inició Ricciardo. El australiano dejó el liderato a Verstappen y después Lewis lideró la carrera y, al verse al frente, Mercedes adelantó su parada.
Se estaba formando la tormenta perfecta. Hamilton volvió a la pista detrás de los McLaren y se incorporó junto a Verstappen. El inglés estranguló al Red Bull al final de recta, pero Max buscó el hueco y al tocar un piano perdió el control del coche e impactó de forma espectacular contra el Mercedes, volando por los aires y terminando ambos fuera y con el Red Bull por encima del coche de Hamilton. El incidente lo aprovechó Ricciardo para llevarse el triunfo.