El gran día de ‘Pecco’
El Gobierno de Aragón afirma que solo quedan unos flecos Márquez persigue a Bagnaia hasta el último metro
El Mundial de motos volverá a Motorland el año que viene DEPORTES
Era el día de Pecco Bagnaia, que buscaba, no solo su primera victoria en MotoGP, entre los grandes, con la mejor moto de la parrilla, la Ducati Desmosedici, sino, también, el triunfo número 250 de Italia en la categoría reina. Pero era uno de los circuitos preferidos, ahí ganó cinco veces, de Marc Márquez (Honda), un trazado de izquierdas en el que se gira al revés que las agujas del reloj (en ese tipo de circuito ha ganado el 70% de las carreras), lo que también le encanta al campeonísimo.
Y los dos se fueron, se escaparon, nada más apagarse el semáforo y eso que si Bagnaia salía desde la pole, MM93 arrancaba desde la segunda fila pero, ya en la peligrosa y dura primera curva de Motorland, el español ya era segundo por delante de Jack Miller (Ducati) y Aleix Espargaró (Aprilia), a quien un estupendo Joan Mir, campeón, el pasado año, con Suzuki, le birló su segundo podio consecutivo con la modesta moto de Noale.
Hubo más carreras por detrás de la pareja Bagnaia-Márquez que por delante, donde los dos grandes rodaban como relojes, distanciándose con enorme eficacia y habilidad al pelotón de perseguidores, llegando ambos con más de cuatro segundos a las cinco últimas vueltas, en las que el fabuloso líder de Honda puso en acción todo lo memorizado, en las 15 vueltas anteriores, detrás del italiano Francesco Bagnaia.
EL MEJOR MÁRQUEZ Puede y ya pasó con anterioridad, que Márquez recordarse sus duelos con el también italiano Andrea Dovizioso, también jefe de Ducati, y meditase repetir alguna de aquellas atrevidas maniobras sabiendo, por supuesto, que Dovi también le ganó, también, en más de una ocasión.
Y todo fue enorme, tremendo, prodigioso, precioso, vistosísimo. Durante tres vueltas, los tres últimos giros, lo protagonizado por Bagnaia y Márquez fue digno del mejor motociclismo de los últimos años. Marc lo intentó hasta seis veces, en distintas curvas, y el adelantamiento del catalán siempre fue contestado, al instante, en metros, con coraje y una magnífica Ducati, consiguiendo al final la primera victoria de su vida en MotoGP, en su gran premio número 42, peleando contra un campeonísimo que sumaba 139 carreras y 57 triunfos en MotoGP.
Todo fue al nivel de los mejores pilotos del mundo y la carrera demuestra que Bagnaia puede ser, por supuesto, un candidato al título (Fabio Quartararo terminó ayer en el octavo puesto) y la prueba y la pelea confirma que MM93 está cumpliendo lo prometido: está volviendo, no dejará de caerse, arriesgar y pelear, carenado contra carenado, por ser el de 2019, lo que fue ayer, en Motorland, un grande, un inmenso, alguien que, pese a todo nunca descartará pelear por la victoria. Esos seis intentos de superar a Bagnaia así lo demuestran.
«Había alguien que iba diciendo por ahí que el antiguo Marc Márquez no llegaría nunca, pues aquí estoy, pese al desgaste físico, pese al desgaste del neumático trasero y ante un piloto, Pecco, que ha hecho una gran carrera y no ha cometido ni un solo error. Pero aquí está, casi, el Marc Márquez de siempre, el que, pese a las caídas del viernes y el sábado, pelea por la victoria hasta la última curva», comentó Márquez antes de subirse al podio en Alcañiz.
«He disfrutado mucho, mucho, estoy muy feliz y muy orgulloso de mi equipo y de mi comportamiento. He disfrutado mucho, mucho, y, pese a que, durante el fin de semana me he caído dos veces, aquí está el Marc de siempre peleando por todo lo que se presente. El Marc de siempre no desaparecerá nunca, jamás. Hay mucho boquerón por ahí desinformado, dicien
do muchas bobadas, pero lo importante es que no te afecte y seguir trabajando duro», agregó.
Bagnaia, por su parte, empezó elogiando a Marc, «que ha demostrado ser el campeón que es, peleando por la victoria desde la salida hasta la última curva y eso es muy bonito y, además, añade mérito a mi primera victoria en MotoGP, que se la dedico a todos, a todos, y no daré nombres para no olvidarme de nadie, pero es, sin duda, el momento que soñaba: ganar en MotoGP y ante un campeonísimo como Marc. No se puede pedir más, ni ser más feliz».
INAPELABLE RAÚL FERNÁNDEZ El español Raúl Fernández (Kalex) se adjudicó la victoria con una mano y podría decirse que es literal, el Gran Premio de Aragón de Moto2, por delante de su compañero de equipo y líder del Mundial, el australiano Remy Gardner (Kalex) y del español Augusto Fernández (Kalex).
En cuanto a Moto3, el italiano Dennis Foggia (Honda) consiguió su tercera victoria de la temporada y los españoles Pedro Acosta (KTM) y Sergio García Dols (Gasgas) fallaron y no lograron un solo punto. El líder del Mundial fue el primero en rodar por los suelos sin posibilidad de continuar en la curva cinco, mientras que el castellonense se cayó en la última vuelta y, aunque acabó, no puntuó.