La oposición pide plazos y dinero para regenerar Zamoray-Pignatelli
Urbanismo pacta un texto con los partidos pero los vecinos piden un calendario de obras La izquierda exige que se dote con presupuesto a todas las actuaciones previstas
La zona de Zamoray-Pignatelli en Zaragoza ya cuenta con su propio plan especial. El documento, que se ha pactado entre todos los grupos, recoge alguna de las actuaciones demandadas por los vecinos y los diferentes grupos políticos, aunque aún tendrá que superar el escollo de la comisión de Urbanismo del próximo día 15 de noviembre. Allí, los grupos tendrán que darle su visto bueno definitivo y la izquierda ya ha advertido de algunas deficiencias que todavía les alejan del sí en la votación.
El nuevo plan prevé inversiones en materia de vivienda por una cuantía de casi 7 millones de euros. Además, se plantea un proyecto nuevo de iluminación de las calles de este barrio para mejorar la seguridad y embellecer la zona. Esta sería una de las primeras actuaciones que se acometerán y se podría llevar a cabo con cargo a los dos millones de euros que había presupuestados para este año y que no están gastados a dos meses de que termine el año. «El objetivo es poder lanzar cuanto antes la licitación de los pliegos para este Ilumina Pignatelli», que es como se denomina el proyecto, aseguró el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, ayer después de la reunión mantenida con todos grupos políticos y los vecinos.
Tras dicho encuentro, Serrano se mostró muy satisfecho por el grado de consenso alcanzado. Es la primera vez que Pignatelli cuenta con un plan especial», insistió en más de una ocasión, aunque los ánimos del responsable de Urbanismo no eran tales entre los ediles de la izquierda. Desde el PSOE, el grupo con más concejales en el consistorio, Horacio Royo ya anunció que, hoy por hoy, su posición de voto de cara a la comisión del día 15 «no esta todavía, ni mucho menos, en el sí».
Para darle su visto bueno al plan, los socialistas van a exigirle a Serrano que incluya una serie de cuestiones en el texto tales como «un compromiso muy claro en materia presupuestaria» y la «garantía de que pueda haber control del resto de grupos políticos sobre cómo se ejecutan las obras de urbanización» después de que el equipo de PP y Cs retiraran las competencias a la Gerencia de Urbanismo sobre este tipo de actuaciones. «En las próximas 48 horas trasladaremos por escrito cuáles son nuestras condiciones», explicó Royo.
No obstante, desde Vox, Julio Calvo afirmó a este diario que su grupo votará que sí al plan, por lo que la derecha ya contaría con la mayoría necesaria en la comisión. Calvo, eso sí, admitió que su partido «echa en falta» un calendario de actuaciones y priorizar la adquisición de solares para vivienda, algo que ya se podría haber hecho con los dos millones presupuestados este año. «Se ha perdido mucho tiempo», afirmó.
Esas mismas cuestiones son las que subrayaron también desde Podemos y ZeC tras la reunión. Por parte de Zaragoza en Común se congratularon de que se haya creado el grupo de trabajo del que ha salido el nuevo plan especial aunque pidieron «considerar prioritaria la intervención en materia de vivienda» y que se dote de presupuesto a todas las actuaciones consensuadas. Los morados, asimismo, exigieron que se cree un calendario «de obras por semestres» para que se garantice el cumplimiento del plan», así como partidas concretas para gastar en 2022 .
Y esta cuestión, la de la falta de plazos, es precisamente la principal crítica de los vecinos, que también asistieron a la reunión con Serrano. «Después de dos años y medio estamos satisfechos pero no existe un cronograma que diga cuándo, cuánto y dónde se va a invertir, por lo que también existe mucha desconfianza», explicaron desde la Plataforma de Afectados del Gancho y Pignatelli. la lluvia y ayuda al riego del arbolado.
El alcalde, Jorge Azcón, señaló que Santiago Lapuente «es la primera de las calles del futuro de Zaragoza, con prioridad peatonal, accesibles, más verdes y sostenibles». «Todas las que se hagan serán así, calles del siglo XXI», declaró el primer edil junto a la titular de Infraestructuras, Patricia Cavero, que aseguró que los trabajos habían sido más complejos de lo previsto.
Además de eliminar las barreras físicas, se han colocado baldosas con relieve podotáctil a lo largo de toda la calle, también en las zonas en las que desaparecen las fachadas, como en los cruces o en las salidas de los garajes. De esta manera, explican desde Infraestructuras, se da continuidad a los itinerarios peatonales y, lo que es más importante, permite a las personas con visibilidad reducida orientarse durante todo el recorrido.
El alumbrado público también ha sido sustituido en su totalidad por farolas con luces led, mucho más sostenible porque reducirá el consumo eléctrico.