El esfuerzo
De siempre ha existido un debate abierto sobre si era más importante el talento o el esfuerzo entre las personas.
Pese a que las opiniones de los expertos respecto a este tan manido tema han sido innumerables, solamente se ha podido llegar a la conclusión de que ambos son muy importantes y juegan un papel crucial en la vida.
El primero, denominado también inteligencia –además de tratarse de algo innato– es la capacidad que posee el ser humano de forma natural, o bien, de poder realizar cierta tarea, o bien, de desenvolverse con facilidad frente a nueva(s) actividad(es).
Mientras, el segundo, está relacionado con la constancia, esfuerzo, empeño, confianza, paciencia y perseverancia, que el individuo esta dispuesto a poner en conseguir realizar un trabajo determinado, para así poder alcanzar el objetivo deseado.
Y es que, como en aquella famosa fábula de la antigua Grecia que una mayoría atribuyen al gran Esopo sobre la veloz liebre y la lenta tortuga –en la que está resultó sorprendentemente ganadora de la carrera entre ambas– la moraleja que se desprende es que el esfuerzo es un valor que gana claramente al coeficiente intelectual por lo que «ningún éxito es obtenido sin el».