Turquía pone trabas a Suecia y Finlandia
Erdogan busca la retirada de sanciones armamentísticas
Cuando Suecia y Finlandia solicitaron la entrada en la OTAN, todos los Estados miembros recibieron las intenciones de los países nórdicos con las mejores palabras. Todas las capitales de la OTAN aplaudieron. Pero una, rechistó. Ankara aseguró estar en contra. Suecia y Finlandia anunciaron que, durante los próximos días, sus ministros de Exteriores visitarían Turquía para solucionar el problema. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tardó poco en contestar. «No hace falta. Que no se molesten en venir. Ninguno de estos dos países tiene una actitud correcta en lo que respecta al terrorismo. ¿Cómo podríamos confiar en ellos?», dijo el presidente turco. Y según los expertos, los motivos del presidente turco son, básicamente, sacar concesiones de sus aliados.
Mucho tiene que ver con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el PKK, la guerrilla kurdoturca que lleva en guerra contra Turquía desde los 80, y que se ha visto reforzada con el apoyo estadounidense en el norte de Siria, donde el grupo –bajo su filial siria, las YPG– fue la punta de lanza de la lucha contra el Estado Islámico. Turquía atacó por última vez al grupo en el norte de Siria en 2019 y vio como varios países europeos sancionaban su sector armamentístico como represalia. Ahora, a cambio de aceptar a Suecia y Finlandia en la OTAN –sin el voto favorable de todos los Estados miembro un país no puede entrar a la Alianza– Erdogan quiere que se levante este veto y que, además, se persiga a los supuestos miembros de las YPG y el PKK en Europa. Esto último no ha ocurrido porque la justicia europea considera que si estos supuestos miembros del PKK fuesen deportados a Turquía, no recibirían allí un juicio justo.
Pero hay más: «Erdogan es un hombre fuerte, y en su estilo decidió sacar este tema a la luz pública cuando lo podría haber hecho en privado. Aquí hay unos problemas que son legítimos, pero Erdogan ha decidido sacar este tema de esta forma por su estilo. Al final Turquía, que lleva siendo parte de la OTAN desde hace 70 años, tiene algo que decir en el futuro de la alianza y sobre quién entra y quién no. Puede que guste o no, pero es así», explica Yörük Isik, analista geopolítico turco.
Con una crisis económica galopante, con una inflación cercana al 70% (y empresas independientes que la sitúan en el 160%), este experto considera que una crisis de otro tipo, que distraiga la opinión mediática, puede serle beneficiosa a Erdogan, en horas bajas de popularidad.
En este sentido, dijo que trabajará para que se vuelva a controlar las «armas de asalto» (capaces de disparar tanto en modo automático como en modo semiautomático), dentro de otras medidas propuestas en el entorno del Partido Demócrata, como no permitir que aquellas personas con antecedentes penales o enfermedades mentales graves puedan comprar armas. En lo que va de año ha habido casi 200 tiroteos en el país y Estados Unidos terminó 2021 con 693 tiroteos masivos, según el Archivo de Violencia Armada.
Biden, además, hizo una mención especial de las víctimas de la masacre y contó que una de ellas había ido a ese supermercado solo para comprar fresas para una receta y que otra estaba comprando un pastel de cumpleaños para su hijo.
En la visita se reunió con las familias de las víctimas, así como con líderes de la comunidad y miembros de las fuerzas de seguridad y de emergencias. La primera parada de Biden, que viajó junto a su esposa, Jill, fue el supermercado Tops, que desde el fin de semana se ha trasformado en un altar lleno de velas y flores.