La Romareda ofrece «pros y contras» en su ubicación actual
Los arquitectos y los urbanistas debaten sobre las posibilidades de la parcela existente Un experto cree que «moverlo sería una oportunidad de transformar Zaragoza»
El futuro de La Romareda sigue pendiente mientras cada vez surgen nuevas preguntas, nuevas respuestas pero todavía pocas certidumbres, puesto que la decisión final tendrá que venir de la mano del consenso político. Ayer se reunió de nuevo el grupo de trabajo creado en el seno del Ayuntamiento de Zaragoza para debatir y estudiar dónde, cómo y con qué dinero financiar el nuevo estadio. El cerco se cierra sobre dos de las tres opciones planteadas: el emplazamiento actual del campo y el Parking Norte. Y ayer los expertos ofrecieron los «pros y los contras» de cada una de estas posibilidades.
Fue el catedrático del Grupo de Estudios en Ordenación del Territorio (GEOT) de la Universidad de Zaragoza, Ángel Pueyo, el que aportó algunas de las consideraciones más clarificadoras. En un listado, expuso cuál de cada una de las opciones es mejor según diferentes parámetros. Y el resultado de su análisis resulta muy favorecedor para la ubicación actual.
La Romareda gana en cuestiones como la movilidad interna de la ciudad (el desplazamiento hasta el campo); la conexión del transporte público; el acceso a pie (el 60% de los zaragozanos viven a menos de 3 kilómetros del campo actual); la proximidad a zonas de paseo y zonas arboladas; la seguridad y la protección civil (Policía Local y Bomberos tienen bases junto al campo); la cercanía hasta los servicios de emergencia (está junto a un hospital); la proximidad a otros equipamientos de índole cultural (el Auditorio y la Sala Multiusos); en que hay tejido comercial y camas hoteleras cerca, y también en cuanto a la sostenibilidad, porque habría que generar menos infraestructura nueva en torno al nuevo estadio.
Sin embargo, el Parking Norte sería una opción mejor en cuanto a las conexiones en coche por las rondas de la ciudad y el aparcamiento, aunque tiene otras potencialidades que habría que trabajar como las zonas verdes.
Pero si se notó cuál era la opción predilecta de Pueyo –basada, eso sí, en un análisis científico–, tampoco disimuló su preferencia el catedrático en Urbanismo de la Universidad de Zaragoza Javier Monclús. En su opinión, llevar el campo al Parking Norte sería una oportunidad de estimular definitivamente una zona de la ciudad que todavía necesita un último empujón.
Allí el campo también estaría bien conectado y hay que valorar, dijo Monclús, el carácter simbólico que tendría que el nuevo estadio fuera visible desde las rondas de la ciudad, donde estaría a la vista de todas las personas que circunvalan Zaragoza. Este catedrático explicó que la decisión no solo debe basarse en informes y datos cuantitativos, sino que también debe pesar lo cualitativo.
Comparó la oportunidad actual con el estadio del Espanyol, Cornellá-El Prat, cuyo cambio de emplazamiento ayudó a regenerar y mejorar el barrio en el que se ubicó. Para Monclús, se trata de aprovechar el estadio para mejorar la ciudad en su conjunto.
Más esquemática fue la intervención de los profesores de la Escuela de Arquitectura y Tecnología de la Universidad San Jorge, José Antonio Estepa y Santiago Elía. Ambos presentaron un informe en el que se concluía que, en la actual ubicación (la parcela tiene unos 48.000 metros cuadrados) caben campos como el Santiago Bernabéu (muy justo), San Mamés («el espejo donde mirarse», el Benito Villamarín, el Sánchez-Pizjuán, Olf Trafford (el estadio del Manchester United) y el campo de la Juventus en Turín. «¿Cabe un estadio cinco estrellas capaz de albergar una final europea en la parcela de La Romareda? Sí, cabe», afirmó rotundamente Estepa.
Desde Podemos, que proponen llevar el campo al Parking Norte, mostraron eso sí cierto escepticismo puesto que argumentaron que no se han tenido en cuenta consideraciones como los espacios anexos que deben existir para poder albergar eventos de esta categoría. La próxima reunión será el viernes. Habrá más respuestas, pero de nuevo, también más preguntas. son dos sobre todo: dejar La Romareda donde está o llevar el nuevo estadio al Parking Norte.
En la tercera parte de la reunión de ayer también participaron expertos en turismo y técnicos del ayuntamiento, como los responsables de Ebrópolis, Zaragoza Turismo y la oficina de Proyección Exterior.
Conjuntamente, todos señalaron que la ausencia de un campo de fútbol comparable al de otras grandes ciudades es una deficiencia que le resta puntos a Zaragoza.
Dese hace años, la ausencia de un equipamiento preparado ha dejado a la capital aragonesa fuera del circuito de las grandes giras de conciertos, así como de otros eventos deportivos masivos. Sobre la ubicación, tanto Conrado Molina, de Zaragoza Turismo, como Fernando Bermúdez, de Proyección Exterior, apuntaron que sería mejor que el estadio se quedara en su actual ubicación.