2020, el año más cálido en el Pirineo desde 1959
En este periodo, la mitad de los glaciares de la cordillera han desaparecido El proyecto Arapyr se basa en la colaboración entre las regiones fronterizas
Los efectos del calentamiento global son cada vez más evidentes, y para comprobarlo no hay que irse muy lejos. El proyecto Adapyr, impulsado por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC), acaba de publicar los resultados finales de dos años y medio de seguimiento del impacto climático en los Pirineos y ha concluido que la temperatura media anual en esta zona durante el periodo 1959-2020 ha aumentado 1,6 grados centígrados y que 2020 fue el año más cálido de los últimos 62 años.
Adapyr es un proyecto transfronterizo que incluye a las regiones de Occitania, Nueva Aquitania, Euskadi, Navarra, Aragón, Cataluña y Andorra, para superar sus fronteras y trabajar juntas para preservar este patrimonio.
El proyecto está impulsado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) y ha sido financiado por fondos europeos del Programa Interreg, quien también ofrece datos sobre la situación en la cordillera pirenaica que no hacen sino corroborar el impacto del cambio climático en las montañas aragonesas.
Según recoge el informe, «en 2020 ha continuado el declive continuado de la superficie total cubierta por glaciares en los Pirineos». Concretamente, «se ha llegado al mínimo desde que se empezaron a monitorear en 1990»
Esto se hace especialmente evidente en el Aneto. En poco más de treinta años, la superficie de hielo se ha reducido a la mitad (de 100 hectáreas a 47), y en el glaciar de Maladeta se aprecia un ritmo similar. En el glaciar de Tempestades también se ha alcanzado en 2020 el mínimo: 5,6 hectáreas. En general, desde 1959 han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos.
El cambio climático también se nota en los lagos pirenaicos. Desde 2017, informa Interreg, se dispone de registros de la temperatura del agua en tres lagos de alta montaña, ubicados a una altura que oscila entre los 1.800 m y los 2.600 m: Montmalús (Andorra), y Acherito y Marboré (Aragón). Así, en verano, la temperatura superficial puede alcanzar los 18°C.
El proyecto Adapyr pretende actuar frente a las consecuencias del calentamiento global con la cooperación interregional como herramienta principal. El plan también ha revelado que la precipitación media anual en el periodo 1959-2020 ha disminuido un 8%.
El programa echó a andar en febrero de 2020 lo que, en palabras del secretario general de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, Mikel Antón, ha supuesto «un hándicap».
Desde su inicio, Adapyr ha tenido los objetivos de observar los efectos y las consecuencias del cambio climático, capitalizar los resultados y transferir los conocimientos a los actores del territorio pirenaico.
El proyecto ha dejado patente la necesidad de cooperación entre diferentes regiones, empresas y entidades. Por ello, la coordinadora del observatorio (OPCC), Eva García-Balaguer, afirma que llevan trabajando once años en la idea de cooperación y han sido «más de 600 entidades» las que han colaborado.
La masa de hielo en el Aneto ha perdido la mitad de su superficie en solo 30 años