Uno de los hombres que más veces ha navegado con el padre de Felipe VI
las aventuras náuticas de Juan Carlos en Galicia; el Ian pertenece a César Elízaga, todo un experto en finanzas de la navegación a vela; el Caprice es de José Luis Angoso, director de Innovación y Alianzas de Indra; está el propio Gallant, con Juan Carlos a la caña, con Josep Cusí y Pedro Campos de coarmadores, y una tripulación compuesta, además de por el emérito y Campos, por Alberto Viejo, Pablo Iglesias, Fernando Echávarri y Roi Álvarez; el Alí Babá II es de Peter Dubens, fundador de Oakley y su grupo de empresas. Dubens es uno de los principales empresarios de internet de Inglaterra. Por su parte, el Aída es el barco de Juan Carlos
Escotet, presidente de Banesco y vicepresidente de Abanca, y de Francisco Botas, consejero delegado de Abanca. A este sexteto se uniría el Erika del empresario venezolano afincado en Londres José Álvarez que, patroneado por su hija Violeta, se convertirá en el primer 6mR liderado por una mujer.
Círculo habitual
Cierto es que, desde su abdicación y tras su recuperación, cuando Juan Carlos visita Sanxenxo lo hace con un solo objetivo: navegar. De ello se ocupan sobre todo sus hombres de confianza en la ciudad, un círculo habitual a cuyos miembros gusta identificar como su «tripulación gallega». De ella forman parte tanto sus amigos de aquí como los que han venido atraídos por el propio rey emérito del resto de España y de fuera de nuestro país, un grupo en el que, a los citados, hay que sumar los Iñigo Echenique, Patricio Bertelli, Jaime Rodríguez Toubes, Laureano Wezner, Miguel Lago...
Pedro Campos es