España ampliará su despliegue militar en la zona del Báltico
El Ejército ultima misiones más extensas en el flanco oriental El operativo tendrá medios aéreos y artillería de largo alcance
Más soldados, durante más tiempo y con armamento más contundente. La presencia militar española en el Báltico se incrementará a partir de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid la próxima semana, según la previsión que manejan en la cúpula de Defensa. Fuentes militares indican además que el Estado Mayor de la Defensa tiene en su agenda de previsiones un aumento «sensible» de la aportación española a misiones OTAN en el flanco oriental del territorio que defiende la Alianza.
Ampliar los trabajos de policía aérea, de identificación de incursiones de aviones rusos, en Lituania y engrosar las patrullas acorazadas en Letonia –que han supuesto la primera salida de carros de combate españoles al exterior– está sobre la mesa desde antes incluso de que Suecia y Finlandia decidieran activar su solicitud de adhesión al Tratado del Atlántico Norte, dicen las mismas fuentes.
La previsión viene determinada por una percepción en la Alianza de la necesidad de «disuadir visiblemente» a Rusia en los países que pudieran ser objetivo del Kremlin para una extensión de la guerra desencadenada contra Ucrania. O sea, a partir del comienzo de la invasión, el 24 de febrero, la actual misión de disuasión en el Báltico que se diseñó en la Cumbre OTAN de Varsovia de 2016 quedó pequeña.
La previsión pasa por más medios aéreos –los Eurofighter y los F18 de las alas 12, 14 y 15 del Ejército del Aire– y medios acorazados y artillería de largo alcance. Según parte de las fuentes consultadas, dependiendo del alcance de la ampliación, lo que actualmente es una agrupación táctica española bajo mando de Canadá en Letonia podría pasar a ser una compañía. Entiéndase en términos de fuerzas acorazadas. Actualmente España
tiene asignadas a la Operación Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN un total de 80 vehículos y 500 militares, con el refuerzo de 150 decidido por Defensa tras lanzar Vladímir Putin su ofensiva contra Ucrania.
De esos vehículos, seis son carros de combate Leopard 2E, los más modernos de que dispone el Ejército, y 14 Pizarros, además de 12 transportes oruga TOAs. Una compañía acorazada en el Ejército español se compone de 13 carros (tres secciones de cuatro más el tanque del comandante). Al despliegue lo tendrán que completar más sistemas de artillería autopropulsada M109 –como los recientemente enviados a la zona–, más morteros de 120 milímetros y más secciones anticarro dotadas de misiles Spike.
Las brigadas acorazadas Guadarrama XII, Guzmán el Bueno X, Aragón I y Extremadura XI del Ejército son las candidatas a aportar soldados y material para esa ampliación. Pese a la contundencia que adquiriría el despliegue español que la OTAN pide para la zona, Defensa insistirá, si lo aprueba, en subrayar el carácter defensivo de ese dispositivo y en que no se olvide el flanco sur en una mirada estratégica de 360 grados. Y es posible que esa necesidad, compartida por países como Italia, influya también en un cambio de nombre de la misión terrestre en el Báltico, y en pronunciamientos sucesivos de la Alianza con la mirada puesta en África, donde la presencia rusa se incrementa a través de mercenarios desde 2014.
La pasada semana, durante un encuentro de ministros de Defensa de la OTAN preparatorio de la cumbre de Madrid, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, habló a los países aliados de la necesidad de reforzar muy significativamente el «flanco Este» con «más unidades preposicionadas y armamento».