El capitán se despide del equipo después de tres temporadas al no ejecutar el club su renovación
Rodrigo San Miguel no continuará en el Casademont Zaragoza la próxima temporada. Así lo anunció en la tarde de ayer el propio jugador aragonés en sus redes sociales, despidiéndose del club después de tres temporadas. El base pone fin así a su segunda temporada en el club aragonés, tras una inicial en los albores de la entidad, al que regresó en 2019. El pasado verano el zaragozano renovó a la baja por este curso con opción a uno más, una cláusula que dependía del club y que la entidad no ha ejecutado. El Casademont emitió después un comunicado agradeciendo su trabajo al jugador y deseándole lo mejor para el futuro.
El propio jugador zaragozano decidió hacerlo público y despedirse así del equipo, staff, club y afición en una pequeña nota. San Miguel recuerda que la simple posibilidad de su regreso hace tres años le puso «los pelos de punta». «El ciclo parecía que se cerraba. El club que me vio nacer como jugador profesional me iba a dar la oportunidad de finalizar mi carrera deportiva. O al menos esa fue mi ilusión y mi intención cuando fiché en aquel verano de 2019».
Sin embargo, San Miguel pone fin a su etapa en Zaragoza antes que a su carrera deportiva. «Lamentablemente, tres años más tarde tengo que anunciar que nuestros caminos se separan. Me hubiera encantado continuar, pero hay veces que el deporte es complejo y no siempre salen las cosas como a uno le hubieran gustado», señala el zaragozano, que ahora busca un nuevo destino. «Amo demasiado este deporte como para decirle adiós cuando aún siento que tengo baloncesto que ofrecer. Buscaré esa oportunidad en otro lugar, aunque, eso sí, os aseguro que esté donde esté seguiré rugiendo con la Marea Roja y deseando que nuestros caminos se vuelvan a juntar en un futuro no muy lejano», asegura.
San Miguel hace balance de estas tres temporadas en su casa. «Han sido tres años en los que he vivido de todo. Un primer año soñado, irrepetible, imposible de explicar. Un segundo año irregular, marcado por vuestra falta de apoyo en las gradas pero donde conseguimos dos F4 europeas y la primera medalla para nuestro club. Y finalmente un año convulso, duro y decepcionante, pero que finalmente hemos salvado en el último momento dejando al club donde se merece, la Liga ACB», repasa el ya excapitán.
Rodrigo San Miguel comenzó en las canastas del Doctor Azúa y pasó por el Stadium Casablanca antes de llegar a un recién nacido CAI Zaragoza. La juventud del base y la alta exigencia por regresar a la ACB lo antes posible hicieron que lo mejor para su carrera fuera salir de casa. Lo hizo para forjarse una sólida carrera en la Liga ACB, pasando por numerosos equipos en los que dejó una gran huella tanto profesional como humana. Pasó por Valladolid, Pozuelo, Plasencia, Manresa, Valencia, Murcia y Tenerife, con el que ganó la Champions. Durante la mayoría de su carrera su regreso fue imposible, no estaba al alcance del Casademont. Hasta que en 2019 volvieron a juntarse sus caminos.
San Miguel volvió para ser capitán, para guiar a los jóvenes, para ser el nexo de unión con la grada. «Durante estos años, he disfrutado de mi tierra y de mi gente desde una posición privilegiada. He sido jugador y capitán del Basket Zaragoza. He vivido el sueño de cualquier niño que empieza a jugar en el patio de un cole de nuestra ciudad y por ello me siento agradecido y orgulloso», explica el propio jugador en su post.
Sus tres años en la capital aragonesa han estado marcados también por la irregularidad del equipo. Excepto la primera campaña, con Fisac en el banquillo y Carlos Alocén a su lado, las otras dos han sido un vaivén continuo de jugadores y entrenadores. Por el puesto de base han pasado otros siete jugadores y, sobre todo esta última campaña, el equipo no ha encontrado por ahí su camino. Estas tres campañas ha promediado 4,5, 3,8 y 3,4 puntos en cada una y 3,6, 3,6 y y 2,1 asistencias, respectivamente.
«He vivido el sueño de cualquier niño que empieza a jugar en el patio de un cole en Zaragoza»