‘San Juan-hadas’
Con menos fogatas de las habituales, tan solo once, y tras dos años de parón, pudimos volver a vivir la magia de la noche de San Juan. Aunque, curiosamente, las hogueras más auténticas, las más populares, las de mayor rasmia y tradición, no han sido autorizadas. Ni en La Paz, ni en el Barrio Jesús, ni en La Magdalena, ni en el Casco Histórico… ¿Cuestiones de seguridad o de voluntad política más bien, como apuntan los vecinos de La Paz? Los enclaves en los que siempre se han realizado y no ha pasado nada, ahora no parecen ser seguros. Los espacios y la normativa evolucionan con los años, pero también hay que ponerle un poco de mimo, intención, ganas de colaborar y de buscar soluciones para acometer, en tiempo y forma, los cambios pertinentes para posibilitar la celebración de un San Juan de los de toda la vida. Tendremos que esperar un año para comprobar si la próxima noche más corta y mágica del año recupera la esencia y el sabor del fuego y su función purificadora. Confiemos en que las hadas eleven bien alta la vibración, y mediante hechizos o encantamientos, transmuten las almas de nuestros responsables políticos, para que desde el saber-hacer, y si es menester, reformando de nuevo la ley aprobada en 2020, se siga apostando por garantizar la seguridad, pero se establezcan mecanismos facilitadores de la preservación de hogueras tan emblemáticas y representativas de la imagen de marca Zaragoza. Mientras tanto, desde aquí, un hurra a los torreristas, que a pesar del no del Ayuntamiento de Zaragoza, no reblan y celebran la tradicional hoguera del Solsticio de verano, hoy mismo. Un brindis por Joaquín Salvador (El Yayo) que recibirá esta noche el nombramiento de Druida del Año. Que viva la «No Hoguera».
*Periodista y profesora de universidad